- Los cuestionamientos de los funcionarios apuntan al subdirector jurídico, Cristián Vargas, o a uno de sus asesores.
- Los sumarios buscan aclarar responsabilidades y “el fiscal podrá suspender de sus funciones o destinar transitoriamente a otro cargo dentro de la misma institución y ciudad, al o a los inculpados como medida preventiva”, dice el Estatuto Administrativo.
- Nota: Un día después de que se publicó esta historia, en El Mercurio del 23 de mayo, Michel Jorratt ratifica existencia de operador Sergio Palma que habría actuado mandatado por Interior y habla de la gravedad de las filtraciones.
Publicado por La Segunda, viernes 22 de mayo de 2015, Pág. 22.
El nuevo director (S) del SII, Juan Alberto Rojas, entra rápido a la Dirección de Grandes Contribuyentes, el martes en la tarde. El portero reconoce a la nueva autoridad y le abre la puerta antes que él lo haga por sí mismo. Rojas le dice incómodo: “No, no es necesario”.
Ni una palabra se le puede sacar al nuevo director, sólo acepta un saludo rápido. Tampoco ha sido posible lograr una foto oficial. En Teatinos 120 dicen que se rehusó.
A Rojas le tocó subrogar a Michel Jorratt, a quien el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, le pidió la renuncia el lunes pasado a la dirección del servicio. De ahí en adelante, la idea es que el SII salga de las páginas de los diarios, pero para eso deben terminar con las filtraciones de documentos, querellas y correos. Hay consenso al interior del organismo que “la publicación de los correos entre el director y el subdirector jurídico, Cristián Vargas, en la prensa, es un hecho de la mayor gravedad” .
Juan Apablaza, presidente de la Afiich, argumenta: “esa comunicación fue entre el director y el subdirector… Hoy Jorratt dice –en revista Qué Pasa- que siempre se habían comunicado personalmente, nunca por correo y que allí Vargas usó la palabra dilación. Si no fue Vargas quien filtró, fue alguien muy cercano. Por eso, necesitamos que se investigue y se responsabilice administrativamente”.
Uno de los últimos actos de Jorratt como director del SII habría sido ordenar que se terminara el contrato a honorarios de Sergio Palma, porque existían dudas sobre su proceder. Palma fue contratado con presupuesto de la subdirección en mayo de 2014 como asesor de la misma. Vargas habría cuestionado que la instrucción no fue dada por escrito.
La filtración de información es quizás uno de los problemas más urgentes que debe enfrentar Rojas, ya que la confidencialidad está metida en el ADN del servicio. La primera clase de inducción que recibe un funcionario es justamente la reserva de los datos que maneja, los cuales sólo pueden ser usados para las tareas que se solicitan.
Los sinsabores de la subrogancia
En estricto rigor, Juan Alberto Rojas como director subrogante tiene plenos poderes en el Servicio de Impuestos Internos. Esto significa que puede remover a su entera libertad a los subdirectores, pues éstos son definidos como sus asesores y son de su exclusiva confianza.
Sin embargo, los funcionarios tienen dudas sobre cuán empoderado se puede sentir Rojas al final del día porque sabe que en un tiempo más se nombrará a un director definitivo y él volverá a su puesto de subdirector normativo. En el fondo, si Rojas se enfrenta a Vargas, “es un subdirector contra otro subdirector, por lo que la destitución se ve poco probable”, señala una fuente que conoce al SII. Aunque Rojas tiene un estatus distinto porque si perdiera la confianza del director entrante y con ello, el cargo de subdirector, él conserva un cargo en la planta.
Apenas asumió la subrogancia, Rojas instruyó uno o más sumarios internos, que es una investigación para aclarar responsabilidades administrativas. Jorratt también había ordenado algunos.
Entre las sanciones que se toman una vez concluido el sumario se encuentran la censura, multa, suspensión del empleo desde 30 días a 3 meses, y la destitución. Pero tan importantes como éstas, son las que se asumen en el curso de la investigación “el fiscal podrá suspender de sus funciones o destinar transitoriamente a otro cargo dentro de la misma institución y ciudad, al o a los inculpados como medida preventiva”, señala el Estatuto Administrativo. Es decir, sin echarlo del servicio, Vargas podría ser mantenido al margen de la subdirección hasta nuevo aviso.
Quienes conocen a Rojas dicen que él se maneja bien en esta “ingeniería administrativa” y por lo visto, ya comenzó a apretar clavijas.