Designación de Juan Alberto Rojas, el regreso a la veta histórica del SII

  • El nuevo director subrogante del servicio es considerado la reserva técnica a la cual echar mano en tiempos de crisis. El otro hombre clave es René García Gallardo.
  • Rojas suele ser autosuficiente, confrontacional e irónico. “Su mundo son los oficios y circulares, interpretar normas y responder consultas. Allí se siente a sus anchas”, agregan quienes le conocen.
  • No es el más querido entre los funcionarios, pero sí lo respetan por su conocimiento técnico. Responde a un pensamiento ideológico conservador, alejado de los partidos.

Publicado por La Segunda, martes 19 de mayo de 2015 (Pág. 6)

Juan Alberto Rojas nunca ha querido ser director del Servicio de Impuestos de Internos. Tampoco esta vez. Le tocó porque así lo definía un decreto de Hacienda que databa de abril de 2014. Por eso, no le quedó otra que asumir como director subrogante en reemplazo de Michel Jorratt, mientras se elige a un nuevo director a través del concurso de Alta Dirección Pública.

Este abogado de la Universidad de Chile es visto como un histórico en el SII, ya que lleva 35 años allí, y fue quien en 2008 reemplazó en la subdirección normativa a la persona que es considerada el alma de esta institución, don René García Gallardo, quien a sus casi 82 años concita el respeto reverencial de los funcionarios de carrera.

En medio de la actual crisis por la cual atraviesa el organismo, ellos dos son considerados como la reserva técnica a la que echar mano. Hay otros nombres también como Bernardo Seaman de la Dirección de Grandes Contribuyentes que le ponen paños fríos a un servicio que resiente estar todos los días en los titulares de los diarios.

 El estilo Rojas

Fue bajo la dirección de Ricardo Escobar que Rojas asumió la subdirección normativa donde llevó a cabo un cambio generacional y si bien puede ser considerado como “el heredero de René García, no tiene el buen carácter que éste siempre ha tenido. Rojas es más duro en sus posiciones y García tiende a conciliar”.

El nuevo director (s) suele ser autosuficiente, confrontacional e irónico. “Su mundo son los oficios y circulares, interpretar normas y responder consultas. Allí se siente a sus anchas”, agregan quienes le conocen. No es el más querido entre los funcionarios, pero sí lo respetan por su conocimiento técnico. Responde a un pensamiento ideológico conservador, alejado de los partidos.

El momento en que sufrió un mayor cuestionamiento fue por el caso Johnson’s debido a que subrogó a Mario Vila, quien se había inhabilitado como subdirector jurídico para este tema por conflictos de interés. En esa condición le tocó aprobar el monto de la condonación por multas e intereses de una cantidad limitada de giros o cobros. El resto de sus 35 años en el servicio ha cultivado el anonimato. Sólo es conocido por los funcionarios, parlamentarios y tributaristas.

Quitado de bulla, ha vivido toda su vida en San Bernardo y no ha pretendido cambiarse de barrio, pese a que su sueldo de $ 7,6 millones brutos al mes le permitiría zonas más pudientes. Nunca se ha aventurado en el mundo privado porque no le gusta el ritmo de vida, lo encuentra inestable y muy arriesgado.

Ahora Rojas toma las riendas de un servicio que está fuertemente cuestionado, que deberá continuar con la implementación de la etapa normativa de la Reforma Tributaria – de la cual él estuvo al margen de su elaboración-, y con las decisiones de tipo penal. Lo hace desde la incomodidad de una administración de transición hasta que la Presidenta Bachelet designe a un nuevo director a través de la Alta Dirección Pública. Este proceso puede demorar entre 3 meses hasta un año –o un poco más como tardó en el caso de Jorratt- y “Rojas va a presionar para que lo hagan rápido”, dice una fuente.

 El bastión moral

El nombre de René García Gallardo se repite como un verdadero mantra que convoca al sentido común en el SII. El fue el antecesor de Juan Alberto Rojas en la subdirección Normativa y es considerado su profesor.

Contador de profesión, entró al servicio en diciembre de 1954 cuando estaba a la cabeza del país Carlos Ibáñez del Campo. Lleva 61 años en este organismo y gana alrededor de $ 7,7 millones brutos mensuales. No es el funcionario mejor pagado, pero sí el más antiguo. El cargo que ocupa no dice mucho: jefe de la oficina de gestión normativa, sin embargo si se mira el organigrama del SII está al mismo nivel de confianza del director que el jefe de gabinete.

Hoy por hoy lleva el administrador de contenidos normativos, es decir, mantiene viva la base de datos que contiene las instrucciones tributarias en línea. Allí está desde que el ex director Ricardo Escobar le solicitó que se hiciera cargo de escanear todos los oficios y circulares del servicio que hasta ese momento se hallaban en papel y que él era el único capaz de saber dónde estaba cada uno de los miles de documentos que, dicen, mantenía celosamente en su oficina.

Pese a su avanzada edad, asombra por su lucidez. Si alguien tiene un problema complicado, lo lógico es pedirle consejo. Si bien han tenido diferencias con Rojas, hay consenso que éste se apoyará en su criterio. Tal como lo hicieron directores y ministros de todos los signos, ya que se desempeñó como subdirector normativo del SII por más de 25 años. “Fue el alma inspiradora de la Ley del IVA y la Ley de Renta durante el gobierno militar. La reforma de 1984 también tiene su pluma”, afirma una fuente. Otras dos aseguran que Hernán Büchi como ministro de Hacienda no hacía ningún cambio tributario, sin consultarle a él primero.

Cuando el director Juan Toro tuvo que enfrentar la crisis de los sobresueldos y debió decidir si los ministros tenían que tributar o no, la leyenda cuenta que don René García fue quien participó en hallar la solución técnica legal al callejón sin salida en que estaba su superior. Mito que no pudo ser verificado con Toro.

Otro testigo dice que la “Comisión de Hacienda del Senado comenzaba a sesionar aunque el ministro Aninat no hubiera llegado. Eso no ocurría, si el que faltaba era don René”.

 Cristián Vargas y su relación con Rojas

Durante gran parte de su vida funcionaria, Cristián Vargas –el cuestionado subdirector jurídico que se vio envuelto en la disputa con Michel Jorratt- fue subordinado de Juan Alberto Rojas en el Departamento de Técnica Tributaria.

“Vargas entró a trabajar al servicio en 1995. Fue jefe del departamento jurídico de la Dirección Poniente y de ahí pasó al departamento de Técnica Tributaria en los tiempos que Rojas era el jefe de esa área. Cuando éste fue nombrado subdirector normativo en 2008, Vargas ganó el puesto por concurso que había dejado vacante Rojas”, recuerda una fuente.

En las últimas semanas, Rojas se había transformado en uno de los hombres clave del SII desde el momento en que asumió también la subrogancia legal, dado que Vargas había renunciado a la representación legal del servicio, quedando ésta en manos del entonces director Michel Jorratt. Se suponía que Rojas iba a tomar el protagonismo cuando el SII evaluara los pasos a seguir con la sociedad de Giorgio Martelli, Asesorías y Negocios, puesto que Jorratt se había inhabilitado porque tenía boletas de asesoría tributaria emitidas a esa empresa.

Difícil saber qué hará Rojas respecto a Vargas. Medidas mínimas debería poner en práctica como iniciar sumarios administrativos por las filtraciones que son consideradas situaciones muy graves para un organismo como el SII. “Si Rojas tiene la convicción de que debe tomar decisiones más drásticas para que el servicio siga funcionando, es probable que lo haga”, afirma una fuente.