La ruta inevitable de Codelco: reducir sus costos laborales

  • Si la Corporación del Cobre quiere más capital debe reducir costos y aumentar producción, pero también existe conciencia en el Ministerio de Hacienda que del éxito del plan de inversiones depende la estabilidad de las finanzas públicas.
  • Más del 40% de su estructura de costos responde al peso de la dotación propia y de la contratación de servicios a terceros.
  • Hoy, lunes, se realiza la junta de accionistas extraordinaria de la minera con la presencia de los ministros de Hacienda y Minería en representación de la Presidenta.

Publicado por La Segunda, viernes 23 de octubre de 2015.

El mensaje del ministerio de Hacienda a Codelco ha sido claro: primero genere utilidades en el nuevo contexto de un ciclo de precios del cobre bajo y después echemos mano al endeudamiento.

Así lo explican en Teatinos 120 donde el discurso de austeridad cruza a todos los técnicos que allí trabajan. “No vamos a financiar la falta de utilidades de la minera estatal, endeudando al Fisco”, señala una fuente. El tono que emplean no es soberbio, pero sí realista. El dinero es escaso y el equipo económico está empeñado en que nadie dude del compromiso del gobierno con la responsabilidad fiscal.

De esta manera queda cerrada, por el momento, la otra opción que contemplaba la Ley de Capitalización de Codelco que aprobó el Congreso el año pasado. De acuerdo al texto legal, se autorizaba a la minera a recapitalizar hasta US$ 1.000 millones de sus utilidades entre 2014 y 2018 y que el Estado se endeudara por otros US$ 3.000 millones, monto que arribarían a la Corporación del Cobre vía aumento de capital.

Este año la compañía no capitalizará utilidades porque no las habrá y para el próximo ejercicio la cosa no se ve mejor. Al primer semestre ya arroja pérdidas después de impuestos de US$ 62,5 millones, lo que contrasta con los US$ 339 millones ganados en los seis meses iniciales de 2014.

La producción en peligro

Los inversionistas en el mundo están exigiendo que si las mineras quieren más capital deben producir más barato y ganar participación de mercado. Y es que el auge vivido entre 2000 y 2010, fue bastante desastroso para los accionistas de las empresas mineras. Durante el período del boom, ellos estuvieron dispuestos a reinvertir utilidades y endeudarse, en un contexto en que los costos estaban subiendo. Entonces las utilidades que recibieron al final, lo que llegó a los bolsillos de los inversionistas, fue bastante poco. Ahora, eso se acabó”, explica el consejero del Banco Central, Joaquín Vial.

El caso de Codelco es algo diferente. La compañía aportó US$ 84 mil millones en excedentes al Estado en los últimos 25 años y solamente reinvirtió US$ 4.700 millones durante ese período, muy por debajo de la industria que invirtió el 50% de los excedentes, graficó este mes el presidente ejecutivo de Codelco, Nelson Pizarro, a los diputados.

Eso redundó en que la cartera de inversiones se atrasó y ahora corre el peligro de que si ésta no se materializa, Codelco produciría para el año 2025 sólo un 43% de su actual producción y un 22% para 2030, lo que sería un desastre para las finanzas públicas y la economía. Si los proyectos se llegan a demorar, la producción también sufrirá una baja que es el escenario más probable, de acuerdo a las conversaciones de pasillo de los mineros.

El aumento de los costos es una realidad compartida con el resto de la industria. Si en 2009 el cash cost de Codelco era de 92,9 centavos de dólar la libra, en 2013 se llegó a un peak de 163,1 centavos y a junio se rebajó a 140 centavos. En parte esta baja obedece al plan de ahorro de US$ 1.000 millones para este año que pusieron en práctica. “A agosto de 2015, este plan ya logró ahorros por US$ 1.052 millones, superando la meta de reducción de costos”, señaló Pizarro.

Sin embargo, sólo US$ 375 millones corresponden a aumentos de productividad y eficiencia “más ligados hasta ahora a mejorar la gestión que a reducir dotación”, reconoce un alto ejecutivo. Es aquí donde la empresa deberá enfocarse en el corto plazo.

La cruda realidad

La otra solicitud de Hacienda a Codelco fue que revaluara la rentabilidad de los proyectos de inversión por US$ 23.500 millones entre 2014 y 2018 a la luz del nuevo precio del cobre de largo plazo de US$ 2,5 la libra y no de US$ 3 la libra como se situaba hace un año. “Los proyectos estaban calculados con un precio promedio entre US$2,80 y US$ 3 la libra”, ha reconocido Pizarro.

Resulta evidente entonces que de los 6 proyectos estructurales considerados estratégicos por Codelco, una parte no resiste el test de factibilidad económica y otros enfrentan rezagos porque están en etapas muy iniciales como es la expansión de Andina y Rajo Inca en El Salvador. Lo más seguro que tiene Pizarro hoy es Chuquicamata subterránea con un 22% de avance a agosto, el nuevo nivel mina El Teniente con un 35,4% de avance, pero con problemas de ejecución, el nuevo sistema de traspaso de Andina con un avance de 17,7%, y en menor grado con RT sulfuros.

Cuando la empresa reconozca esa realidad que lo hará en la junta extraordinaria de accionistas de hoy, lunes 26 (a la que asisten los ministros de Hacienda y de Minería en representación de la Presidenta), las necesidades de dinero fresco en lo inmediato disminuirán drásticamente. Eso conllevará también a que la minera ajuste su tamaño a los nuevos desafíos. “No se necesitará, por ejemplo, una vicepresidencia de Proyectos tan grande”, dice una fuente interna.

Este sinceramiento es esperado por las agencias de clasificación de riesgo que han indicado que la mantención o baja en su calificación de la deuda dependerá en parte “de si ajustan los proyectos a la nueva realidad y de la manera cómo los financien, ya que hay que evaluar el nivel de endeudamiento”, señala el analista de Standard&Poor’s, Diego Ocampo. La empresa está calificada con un AA-.

El “endurecimiento” de Hacienda que fue notorio con el episodio del bono de los $6 millones a los trabajadores del Banco Estado que le costó la presidencia a Guillermo Larraín, está ayudando a aflojar las presiones. “Es más fácil decir que no, cuando no hay plata”, dicen en el Gobierno y reconocen en la empresa.

Detrás de esto, está el convencimiento de que el acceso a financiamiento barato en el exterior está directamente relacionado con la responsabilidad fiscal y que para el cumplimiento de la regla fiscal una pieza clave es Codelco tanto por su capacidad de generar ingresos como de reducir las reivindicaciones salariales. En un momento en que a Hacienda se le avecina no sólo la aprobación del presupuesto, sino que la negociación con los empleados fiscales.

El dilema de aligerar los costos laborales

Codelco debería disminuir su dotación en los próximos meses, apuntan en el mercado. Esa es la conclusión al evaluar que el 43% de sus costos estaba dado por las remuneraciones de personal y contratistas en 2014. En cambio, combustible y energía sólo representaría el 15% de los costos.

El peso del ítem laboral no se condice con la productividad y este es un tema generalizado en la industria. Un estudio de Gustavo Lagos indica que la minería redujo la productividad desde 79 toneladas de cátodo por trabajador en 1999 a 48 toneladas por trabajador en 2013.

Lagos señala que los nuevos proyectos de Codelco generarían una baja de costos “considerable” por el uso de nuevas tecnologías. A lo que se suma que los trabajadores contratados desde 2013 en distintas divisiones tienen “beneficios bien inferiores a los de los contratos colectivos históricos”. Por ejemplo, en Chuquicamata la reducción de costos laborales de los trabajadores ha sido de 34,4%; y en El Teniente, de 16,7%. A nivel de ingenieros también hay reducciones significativas.

Sin embargo, no son suficientes. Codelco tiene alrededor de 4.000 profesionales, lo que implica que hay 3,1 trabajadores por supervisor. La media de la industria varía entre 8 a 10 trabajadores por supervisor.

Por otra parte, el desarrollo de Chuquicamata subterránea conllevará que la explotación a rajo abierto concluya en 5 años y “todavía no se vislumbra un plan de desvinculación para los 3.000 trabajadores implicados”, dice una fuente.

Y estos procesos toman tiempo. BHP Billiton, por ejemplo, comenzó a estudiar en 2013 el plan de retiro voluntario que Escondida lanzó en enero de este año y que logró una baja de su dotación de 20%.

Señales a tener en cuenta

  • 1.- Al primero de noviembre, cerca de 25 ejecutivos ya no serán parte de la organización a los que se añaden otros que se iban a contratar según estaba presupuestado para 2015 y que por el rediseño de los proyectos no son necesarios. En total, el grupo suma 47 ejecutivos menos.
  • 2.- Codelco anunció a mediados de año un plan para internalizar a alrededor de 10% de las labores que se encuentran externalizadas, es decir, incorporar hasta 4.000 trabajadores a planta. En El Salvador, por ejemplo, se definió que 340 mantenedores y operadores de mina subterránea pasaran a ser de planta. Al concurso que se abrió para llenar los cupos llegaron cerca de 11 mil solicitudes.
  • Mientras tanto, la empresa estudia la manera de articular una salida digna tanto para Codelco como para el movimiento de contratistas que no obtuvo ninguna reivindicación en la última movilización, lo que pasa más por aumentar la productividad e incorporar beneficios nobles como educación, salud y vivienda; que por discutir acuerdos marco y bonos.
  • 3.- La minera tiene 7 negociaciones colectivas de aquí a julio de 2016, las que deberían negociarse por períodos más cortos tal como ocurrió en Radomiro Tomic (ya no por 48 meses, sino por 24 meses) y apuntar a obtener mayores ganancias si hay mejoras en la productividad.