- El presidente ejecutivo de la Corporación del Cobre no sólo quiere recortar costos y cambiar la cultura interna, está convencido de que Andina y Los Bronces tienen que funcionar con un plan único minero.
- Para el 2016 estima que la minera tendrá 3.000 trabajadores contratistas menos, lo que implicará una reducción de 14%. Además, de un nuevo recorte de costos de. al menos, US$ 600 millones.
Publicado por La Segunda, jueves 31 de diciembre de 2015. (en colaboración con Ignacio Badal)
Nelson Pizarro no se queja. Por el contrario, está feliz. Revitalizado. Es capaz de decir que este es el mejor año de Codelco (2015), independiente del precio del cobre y de la baja de los excedentes. Y es que no todo se mide por la última línea, hay otras sumas y restas que quedan en medio de los balances que son la mayor parte de las veces más importantes para la sobrevivencia del largo plazo de la compañía y esa es la línea de argumentación del presidente ejecutivo de la Corporación del Cobre.
– ¿Este año es uno de los peores que le ha tocado vivir como ejecutivo?
-Muy por el contrario, ha sido el mejor año de Codelco, independientemente del precio del cobre. Estamos en un momento crucial, con un tiempo limitado y con un desafío enorme no sólo porque Codelco tiene que construir las instalaciones, sino porque tiene que adecuar el perfil de las personas y las conductas de ellas para lograr el objetivo.
-¿Cuál es el objetivo?
-Llegar al primer cuartil de costos en el próximo quinquenio. Estamos en el segundo cuartil, en US$ 1,40 en la actualidad. El primer cuartil limita con el segundo en torno a US$ 1 la libra. Esa es una meta específica para nuestra gente.
-¿Por qué es el mejor año si el precio del cobre ha bajado 25%?
-Hasta este minuto -29 de diciembre de 2015- tenemos la mejor performance de la historia de Codelco en términos de seguridad y de salud ocupacional. No hemos tenido accidentes fatales. Además, logramos superar nuestra meta de producción de cobre (1.721.000 toneladas métricas al 24 de diciembre, superior en 1,3% sobre lo planeado). Cumplimos y no es lo usual. Nos planteamos reducir en US$ 1.000 millones los costos y recortamos US$ 1.200 millones.
Se justificó también la pelea que dimos con los sindicatos de contratistas porque cortamos el vínculo de dar bonos desalineados de la productividad.
Y por último, logramos la colocación de bonos en el exterior por US$ 2.000 millones y la capitalización de US$ 600 millones. Podemos decir que en 2015 nos ganamos el derecho de obtener la capitalización del Estado de Chile. Fue un derecho legítimamente ganado gracias al resultado de nuestras operaciones. ¡Estoy muy orgulloso! ¡Estamos muy orgullosos!
Primero los huevos, después el cacareo
-Ese pacto estratégico con los trabajadores que se publicitó en noviembre fue muy sorpresivo, pese a que se negoció durante 8 meses.
-La gallina no cacarea antes de poner los huevos (se sonríe). Lo importante es que en él trabajaron 165 dirigentes sindicales y esta es una meta compartida. La fuerza de los hechos nos ha obligado a tener un visión acerca de Codelco, aquí y ahora –como dice el ex presidente Lagos-, porque el país cambió, la economía mundial botó el precio del cobre y el yacimiento es distinto. Si queremos transformar a Codelco en una empresa competitiva y en manos del Estado debemos tener una visión compartida.
-¿Cómo?
– Nuestra cultura organizacional y nuestras palancas de gestión quedaron obsoletas y hay que replantearlas. ¿Cómo? Aprendiendo a decir que no. Codelco dijo no a los megaproyectos. Dijo no al gigantismo a todo evento. No a generar expectativas desproporcionadas. No a la distorsión en la relación con terceros y no a los beneficios disociados de la productividad. Este año Codelco aprendió a decir que ¡No! Transformar Codelco en una empresa competitiva en manos del Estado, y repito, en manos del Estado, es lo que busca y justifica el pacto estratégico.
-Después del fracaso de la paralización de los sindicatos de contratistas, hubo un intento de acuerdo con ellos, incluso trascendió que estaba prácticamente listo.
-Con las empresas contratistas tenemos un perfecto acuerdo: nosotros no le vamos a pagar un peso que no sea vía productividad.
-¿Reducirá la dotación de contratistas en 2016?
-Sí, será del orden del 14%, cerca de 3.000 trabajadores menos. Este año la baja fue de 3,3%.
-¿Qué ajustes hizo al presupuesto del 2016?
-El presupuesto está hecho sobre la base del precio del cobre de US$ 2,20, donde incluimos una rebaja de costos superior a los US$ 600 millones, luego de haber introducido en ¡la base! ya las economías que logramos en 2015… Pero no estoy tranquilo con esos US$ 600 millones y quiero presentarle al directorio algo más.
“Salvador no es un pájaro raro”
-En enero ustedes tomarán una decisión sobre la viabilidad de Salvador, ¿cuál es su evaluación a esta altura?
– Salvador no es un pájaro raro, su recurso geológico es abundante y tiene las leyes del futuro. El punto es encontrar un calce entre la operación actual y una potencial operación futura que nos convenza en términos de resultados. Es un pésimo negocio cerrar para después abrir.
-¿Cuál es su conclusión?
-Ya lo revisé una vez, pero pedí someterlo a precios más bajos para ver si en esas circunstancias se logra el objetivo de cubrir los gastos evitando el costo de cierre. La primera pregunta para el próximo quinquenio en Salvador es si hay mineral a la vista o no. Y la segunda, es si hay capacidad de embalse o no.
-¿Pasa ambas pruebas?
-Sí, las pasa. ¿Estamos dispuestos a mejorar la gestión? La respuesta del coro es “de todas maneras”. Por lo tanto, hay mucha gente que no tendrá lugar en esa visión: la mitad de los gerentes se deberá ir, una cantidad de profesionales también y habrá que internalizar la explotación de la mina.
-¿Cuál es la lógica?
-Un cash cost inferior al precio del cobre del peor escenario es US$ 1,80 la libra, que no creo que se dé. Estará en momentos US$ 2,06 y a un promedio anual de US$ 2,20 la libra.
Andina y Los Bronces con una partitura
-Ustedes son socios con Anglo American en Los Bronces, ¿pero han avanzado en profundizar la relación?
-Trabajé 17 años por el lado de Los Bronces y después, 4 años, por el lado de Andina, así que es un cerro que lo conozco bien. Ambas minas comparten un único yacimiento, por lo que el sentido común indica que si dos empresas explotan el mismo yacimiento con planes mineros diferentes, hay una pérdida de valor porque hay que renunciar a la secuencia óptima del plan minero. Creo que podemos lograr tener una visión de un plan minero único, respetando a los dos dueños, pero teniendo una misma partitura. Este año, después de mucho tiempo de estar trancados, tuvimos la intención de trabajar en estas ideas, pero vino la crisis del precio que afectó a nuestro socio- AngloAmerican- y no hemos podido avanzar. Esa es la situación actual.
-¿Este tipo de decisiones se toman en Chile o lo hace el CEO de AngloAmerican, Mark Cutifani?
-Cutifani y su staff inmediato es el que tiene que tomar las decisiones.
“Mi primera Rapala era como una batea”
-¿Por dónde anduvo en lancha este fin de semana?
– Me bajé en Pichidangui…, pero estas cosas son personales (señala incómodo).
-Muestra que no sólo piensa en minas, en cobre, en números…
-Pero esto no es de ahora, ya cuando trabajaba en Disputada, en 1980, tuve mi primera lancha. Es la forma de relajarme. Yo fui boy scout, me gustan los campings e iba con mi señora y mis niños a Guanaqueros…
-¿Iba a buscar puntas de flecha?
-Claro que sí y también me gustaba ir al “Pequeño” a comer empanadas fritas o a jugar taca-taca al “Suizo” (se ríe). Allí empecé la pesca de playa y compré mi primera Rapala –así se llaman mis lanchas- que era como una batea, una especie de bote valdiviano. La tuve un montón de tiempo y la navegaba por la orillita. Después me compré una Rapala de aluminio. Esa fue la II. Y así llegué hasta ahora que tengo la Rapala VI. Ya casi no hay pesca en la costa, pero voy casi todos los sábados a navegar. Es muy agradable.
-¿Los mineros son más de motores que de veleros?
-Es que yo tengo un hijo que es un genio para los motores. Si no tuviera un hijo mecánico estaría en la ruina porque estas lanchas grandes como la que tengo ahora son complicadas.