Juan Pablo Lería y los escándalos: “La idea es limpiar la casa y no mantener el status quo”

  •  A punto de inaugurar el club Youtopia con una inversión de US$ 10 millones, el empresario que ha vivido entre Chile y España está ensimismado en su próxima apertura. Sin embargo, a la hora de opinar de la coyuntura, sale de su estado de “wellness”, advirtiendo que no es lo suyo.
  •  Le preocupa el deterioro que ha sufrido la imagen de Chile en el exterior. “Ya no es el hijo perfecto”.

Juan Pablo Lería recorre las instalaciones de Youtopia, el club de wellness que está a punto de inaugurar a la entrada de La Dehesa. Repite la palabra excelencia como un mantra a medida que muestra cada una de las instalaciones. Dice que está tranquilo porque se encuentran en mejor estado de avance que cuando abrió Balthus a inicios del 2000. La calma le viene en parte porque ya no es el joven de 23 años que se hizo cargo del club de Vitacura que rompió esquemas en su época.

Youtopia Holding es una sociedad que tiene Jorge Lería y sus hijos en 50% con el grupo Patio (Jallaff y Abumohor). Con su padre y hermanos invierten además en un proyecto de segunda vivienda en Pucón, que tiene el 50% vendido. Allí comparten sociedad en partes iguales con Mario Dabed y Sergio Jalaff (hijo), ambos del grupo Global. “Estamos camino al volcán, pero en la parte baja. O sea, lejos de la zona de erupción. Mi padre estaba allá cuando se produjo la erupción y pasó un mal rato. Fue un estallido potente, pero la gente que vive allí está acostumbrada”.

Publicado por La Segunda, viernes 20 de marzo de 2015. Pág. 16.

-Luego del Balthus, usted se fue a España y le tocó la crisis financiera

-Nos tocaron algunos años duros, porque yo estuve desde el 2001 al 2011. Los primeros siete años fueron muy buenos. Nos radicamos en Marbella e hicimos proyectos de lujo allí (Alcazaba Beach y Alcazaba Hills, que implicaron inversiones por 16 millones y 98 millones de euros).

-Marbella fue una zona que se prestó para la corrupción por los cambios de suelos. Un español me hacía el símil de que Chile le recordaba lo que había ocurrido en España. ¿Le parece que es así?

-Totalmente, aunque soy optimista en el sentido de que la sociedad chilena es más hija del rigor que la española.

-¿Cómo es eso?

-La corrupción en España estalló en todos los niveles. Siempre había habido la creencia de, por ejemplo, que los catalanes no son como los andaluces ni como los madrileños. Pero luego de los escándalos de Jordi Pujol (alto político catalán), nos dimos cuenta que España entera era corrupta. Cuando se habla de España, la estigmatizan con que allá duermen siesta, les gusta comer bien, y tantas otras cosas, pero pocos dicen que la población activa tiene una productividad de US$ 50 la hora y Chile de sólo US$ 19 la hora. Lo que quiero decir es que Chile es un país muy estructurado y quizás funciona mejor que España a nivel macro, pero a nivel micro no.

-¿Cómo solucionaron los españoles el tema del cambio de uso de suelo y financiamiento de la política?

-Todavía no lo han solucionado.Cambiar el hábito que está instaurado llevará mucho tiempo. Dicho eso, España tiene muchos atributos para salir adelante pronto.

-Como gestor inmobiliario, ¿le inquieta la discusión en Chile sobre el lucro en torno al cambio de uso de suelo?

-Por supuesto… Aquí están saliendo muchos casos de corrupción. Cuando uno veía los grandes grupos económicos en este país y la concentración de la riqueza, era imposible pensar que no hubiese de alguna manera influencias cercana al poder. Yo no tengo un gran conocimiento, pero desde mi punto de vista es mejor que salga la mayor cantidad de casos con la idea de limpiar la casa y no mantener el status quo.

-¿Cuáles son sus aprensiones como empresario?

-Me preocupa la productividad, por un lado. También me intranquiliza que la imagen de Chile esté cambiando muy rápido en el exterior. Hasta hace cuatro años teníamos una imagen impecable y con los escándalos y las políticas económicas, la gente no nos ve ya como el hijo perfecto.

-¿Le preocupa la discusión en torno a terminar con la especulación en el negocio inmobiliario?

-Así como uno quiere que se destape la corrupción siempre para que la cancha se iguale a todo el mundo, también a uno le preocupa que no haya un exceso de tutela. Es decir que no haya una fiscalización impropia.

Por ejemplo, me llama la atención la falta de proporcionalidad. Uno escucha de proyectos o de malls que demoran 3 o 4 años en abrir, les paralizan por cinco meses inversiones de US$ 200 millones en una visita de obras por cosas puntuales. ¡Eso es una desproporción! La municipalidad tiene que pedir garantías para subsanar los problemas puntuales y presionar para que se ponga en actividad el mall y así generar puestos de trabajo. Lo que no puede ser es que por tres puertas, por decir algo, te suspendan una obra. Eso sí, tiene que exigir que los problemas se solucionen.

-Este proyecto del club Youtopia, cuándo debería haber estado inaugurado.

-Tenemos un año de retraso.

-¿A qué se deben las demoras?

-Al final es la suma de muchas pequeñas cosas, el mall se demoró, pero quiero hablar de lo positivo. Estamos ideando este proyecto desde hace tres o cuatro años, tenemos el 50% de los socios ya incorporados y nace con la ambición de hacer otros proyectos como Youtopia Kids que es un centro recreativo para niños de hasta 15 años.

 

LA APUESTA PERSONAL DE JUAN PABLO LERIA:

Convertirse en un operador internacional de wellness

 -Se educó en España, luego estudió economía en EE.UU, dos años de arquitectura en Chile y otro año tomó un curso de evaluación de proyectos. ¿Suficiente para lanzarse a los negocios?

-Hice Balthus bastante joven, a los 23 años. Por ahí andaba Manuel Martínez (ex gerente general de Balthus) quien fue mi asesor en Barcelona cuando comencé Balthus porque no había experiencia en el mundo. De hecho, aún no la hay, por eso creemos que podemos ser un actor relevante a nivel internacional. hay muchos operadores en el mundo de hoteles o gimnasios. Pero quién opera un wellness que concentra un centro de salud, un restaurante, una peluquería, un gimnasio…, esa combinación de servicios es muy complicada.

-¿Fue difícil acostumbrarse a la idiosincrasia chilena?

-No, porque mis padres son chilenos. Mi abuelo, Oscar Lería Lería, fue el fundador de Dos en Uno y es español. La verdad es que toda mi familia siempre ha tenido una pata aquí y otra allá. Hemos pasado distintos ciclos en un país o en otro.

-¿Su tío es Oscar Lería (casado con Paola Luksic)?

-Sí, y es también mi padrino. Mi padre, Jorge Lería, es quizás el más español de los hermanos. Sus tres hijos (María José, Francisco y yo) nacimos en Barcelona y hemos pasado la mitad de la vida en España. Mi padre siempre se inclinó por el negocio inmobiliario. Hizo Las Tacas, Imago Mundi, Cantagua… y en España hemos hecho resorts de lujo muy relevantes. A mí me interesó la economía y el diseño, pero terminé pasando del tema inmobiliario al de servicios que es lo que me apasiona. Descubrimos que había un nicho para el wellness porque había una oportunidad en su momento igual que en Perú.

-Llevan dos años estudiando proyectos en ese país.

-Incluso más, pero estamos a punto de poder cerrar un negocio.

-¿Por qué demoran tanto?

-Porque tiene dos barreras de entrada que lo hacen tremendamente complejo: primero debe estar en una muy buena ubicación y obtener un terreno adecuado es el primer obstáculo gigante en términos de costo. El factor de afiliación número uno de un club es la cercanía. La segunda barrera es la inversión que implica un club de estas características. Youtopia, por ejemplo, son 4.500 m2 con una inversión de US$ 2.500 por metro cuadrado, es decir, US$ 10 millones llave en mano. Luego viene la tercera pata que es la operación y ésta es interdisciplinaria.

– Ustedes inauguraron Balthus, un club caro y el país entró en crisis económica

-Inicialmente creímos que íbamos a estar fuertemente impactados en nuestra línea de flotación, pero la venta nos bajó en 2 o 3%. Hoy con crisis o sin crisis, a la generación de menos de cuarenta años le resulta impensable no hacer actividad física dos o tres veces por semana. Lo que antes se entendía como algo accesorio, ahora es fundamental. Prefiere salir a cenar menos al mes y pagar el club.

-¿Por qué se salieron de Balthus?

-Yo quería hacer este proyecto que estoy haciendo ahora, quería crecer y entramos en una negociación de quién le compraba su participación al otro. Teníamos el 60% y Jorge Gálmez el 40%. Nos llevamos la sorpresa de que Jorge Gálmez nos compró a nosotros, en vez de nosotros a él.