- Se pretende iniciar en diciembre las transacciones con los “Non Delivery Forwards (NDF)” de monedas, que operan por compensación y sin entrega física, hasta por el plazo de un año. De ser así, cambiará el riesgo de la industria asignado a este tipo de negocios.
- Diecisiete bancos forman parte de la propiedad de Comder, donde el participante más activo en términos de operaciones tiene un porcentaje mayor, pero ninguno puede sobrepasar el 15%.
Los bancos realizaron en abril las primeras pruebas de mensajería para poner en marcha las operaciones de derivados centralizadas a través de Comder.
Esta empresa fue creada por 17 bancos que integran la Asociación de Bancos (Abif): Chile, Santander, BBVA, Estado, Scotiabank, JP Morgan, Deutsche Bank, Corpbanca, Itaú, Security, HSBC, Bice, Penta, Consorcio, Internacional, Falabella y BCI. Sólo los bancos Nación Argentina, Do Brasil, Banco de Tokio, Paris y Ripley no participan en la propiedad de esta sociedad que se constituyó con un capital de US$ 23 millones.
Felipe Ledermann, gerente general de Comder, explica que se reprodujo el modelo de propiedad de la Cámara de Compensación de Pagos Combanc , es decir, “definimos un equilibrio entre propiedad y actividad. El participante más activo tiene un porcentaje de propiedad mayor, siempre y cuando no sobrepase el 15%”. Cada tres años se hará un rebalanceo, lo que implica que si un actor aumentó sus operaciones y otro las bajó, habrá uno que tendrá que comprarle el porcentaje de participación al que la redujo. Más allá de este reequilibrio de fuerzas, la propiedad es 100% bancaria.
Esto no es de extrañar porque el 98% del mercado que usa instrumentos derivados negociados entre las partes –conocidos como Over the Count (OTC)- es transado por actores bancarios, aunque los servicios también podrán ser contratados por las corredoras de bolsa y agentes de valores.
Publicado por El Mostrador Mercados, martes 27 de mayo de 2014.
Los primeros en entrar a transar de manera centralizada serán los derivados más líquidos, que son los llamados “Non Delivery Forwards (NDF)” de monedas, que operan por compensación y sin entrega física, hasta por el plazo de un año. El plan es iniciar estas transacciones en diciembre de este año una vez que la SVS lo autorice.”El comenzar con un producto estandarizado como el NDF, nos permitirá aceitar nuestros sistemas y los de los bancos”, explica Ledermann.
En una segunda fase , seis meses después, se incorporarían los swaps de tasas o Interest Rates Swaps (IRS) hasta de cinco años.”Estos dos productos representan entre el 75% u 80% del mercado”, grafica el ejecutivo.
La presión internacional
En la actualidad, cada banco realiza operaciones de derivados con sus clientes o con otros bancos de manera bilateral. Sin embargo, esta práctica fue muy cuestionada por los reguladores internacionales a partir de la crisis financiera de 2008. Cuatro años después, los países integrantes del Grupo de los 20 (G-20) indicaron que todos sus miembros debían registrar las transacciones de derivados en Repositorios Centralizados, que permitieran a los reguladores acceder a mayor información y que ciertos tipos de derivados debían compensarse y liquidarse en Contrapartes Centrales (CCP por su sigla en inglés) para mitigar los riesgos sistémicos.
Las CCP “actúan como comprador de todo vendedor y vendedor de todo comprador, asumiendo la responsabilidad de pago de cada transacción y disminuyendo la interconexión bilateral directa entre las instituciones financieras involucradas”, explicaba el Banco Central en su Informe de Estabilidad Financiera del primer semestre de 2012.
Este organismo ve con buenos ojos la existencia de las CCP porque en comparación con la compensación bilateral, la presencia de una contraparte central “que opere con altos estándares de gestión de riesgos limita los riesgos de contagio, reduce los requerimientos de liquidez, mejora la eficiencia operativa y puede aumentar la disponibilidad de información”.
Evitar un default
La Asociación de Bancos empezó a estudiar la posibilidad de crear una infraestructura que diera respuesta a una necesidad del mercado insatisfecha. También lo hizo la Bolsa de Comercio de Santiago en forma casi paralela.
En abril de 2011, se hizo una licitación internacional para comprar los sistemas para la banca y en agosto de del 2013, la Superintendencia de Valores (SVS) les otorgó la autorización de existencia para la creación de Comder Contraparte Central.
Ya la Ley 20.345 -promulgada en 2009- le había dado el marco legal a las Cámaras de Contraparte Central (ECC). Allí se estipularon las protecciones a las garantías, las compensaciones y la certeza para efectuar el neteo multilateral.
Con la nueva tecnología disponible para los sistemas de compensación centralizada, se puede calcular en tiempo real el riesgo que está implícito en cada transacción aceptada en el sistema, llevar el valor de cada contrato día a día y liquidar diariamente el Mark to Market de las carteras de derivados, limitando con ello los riesgos de contraparte y de crédito.
Operacionalmente la mensajería para el envío de las transacciones a ComDer funciona a través de la red swift a nivel global. Las dos puntas, es decir, comprador y vendedor encapsulan el mensaje a través de esta red, la cámara hace el match de la información y confirma que la transacción esté correcta. Una vez confirmada, se hace la novación del contrato a nombre de la Cámara, la que pide las garantías y hace los correspondientes llamados a márgenes. El proceso de aceptación y compensación es en tiempo real. La contraparte para Comder será siempre el banco.
Tanto los reguladores como las cámaras de compensación centralizadas lo que buscan es proteger al sistema de un evento de default y esto se logra solicitando las garantías a los participantes. Si es que uno de ellos no pudiera cumplir con sus obligaciones, el CCP toma la administración del portafolio de ese actor y de las garantías y gestiona las posiciones.
Uno de los mayores problemas que enfrentaron los reguladores en la crisis de Lehman Brothers fue que no se conocían quienes eran las contrapartes ni se podía evaluar el tamaño del daño. Hoy la tecnología permite llevar una cuenta segregada para cada cliente y cada participante tiene una cuenta especial de posición.
Liberar líneas y capital
El mercado de derivados como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) no es muy grande respecto a las economías avanzadas. Se calcula que el ratio de nocionales (monto del contrato de derivado) sobre PIB es de 1,2 veces, es decir, US$ 300 mil millones. Los países del Grupo de los los Diez (G-10) tienen un ratio de 12 veces., por lo tanto, hay un mercado para desarrollar.
Al transferir los bancos los riesgos de operación a Comder, están liberando líneas y requerimientos de capital. Una entidad bancaria puede destinar $100 a operar en el mercado y esta infraestructura le permite liberar $30. Con esos $30 puede hacer más negocios con otras contrapartes o aumentar su número de clientes. Las ventajas de operar a través de un CCP es que podrá liberar líneas y capital.
Mientras tanto, los bancos se preparan a cumplir una nueva etapa de prueba que es simular las operaciones a través del sistema Calypso. La idea es visualizar los márgenes y comenzar a interactuar con la aplicación.