Las nuevas normas que estudia el Banco Central y que afectarán al sistema bancario

  •  Las medidas se mantienen en absoluta reserva hasta que se publique un primer borrador antes de fines de marzo, pero hay estudios que revelan hacia dónde apuntarían.
  • Lo que está medianamente claro es que tras la nueva normativa seguramente se estrecharán los márgenes de ganancias de los bancos, sobretodo los de tamaño medio y pequeño, y probablemente se encarecerán los créditos para la pequeña y mediana empresa (Pymes).

 

A poco más de un mes para terminar el primer trimestre, el Banco Central se apresta a publicar el borrador para consulta de nuevas normas de liquidez para el sistema bancario chileno. Así lo señaló en el Informe de Estabilidad Financiera que dio a conocer a fines del año pasado y así lo recordó el consejero Enrique Marshall en entrevista con El Mercurio a inicios de  febrero cuando dijo que estaban preocupados de reforzar “el fondeo mayorista; esto es, aquel que proviene de inversionistas institucionales, particularmente cuando es de corto plazo”.

Los plazos siguen siendo los mismos al interior de la entidad, según se señaló en el departamento de comunicaciones, pese a que habrá cambio de cabeza en el equipo de la División de Política Financiera que tiene la responsabilidad de llevar el tema. Kevin Cowan deja oficialmente esa gerencia a partir del 14 de marzo para trabajar en el Banco Interamericanos de Desarrollo (BID), siendo reemplazado por Claudio Raddatz quien se desempeñaba en la gerencia de Investigación Económica de la División de Estudios del Centr

Hasta el momento, las nuevas medidas se mantienen en absoluta reserva, pero hay estudios que revelan hacia dónde apuntarían. Lo que está medianamente claro es quetras la nueva normativa seguramente se estrecharán los márgenes de ganancias de los bancos, sobretodo los de tamaño medio y pequeño, y probablemente se encarecerán los créditos para la pequeña y mediana empresa (Pymes).

Publicado por Economía y Negocios de El Mercurio, jueves 20 de febrero de 2014.

En el mencionado informe del Banco Central se toca en varias secciones el tema de la liquidez. ¿Qué le preocupa? “La alta dependencia de depósitos a plazo institucionales” por parte de los bancos de menor tamaño. ¿Por qué le preocupa? Porque los inversionistas institucionales –llámese administradoras de pensiones y de fondos mutuos- son fuentes de financiamiento que tienden a ser más sensibles a las volatilidades del mercado, es decir, son los primeros en reaccionar a situaciones de riesgo y a retirar sus fondos si ven que la situación de una entidad o país se vuelve más insegura.

Eso fue lo que le ocurrió en parte a Corpbanca durante el segundo semestre de 2013 debido a que los agentes se preocuparon por la exposición que tenía a operaciones de crédito en forma indirecta a SMU, cadena supermercadista que está relacionada al holding. Por un lado, los institucionales tendieron a exigirle mayores tasas para mantener sus depósitos allí y, por el otro, las líneas de créditos con otros bancos también se le encarecieron. A todo esto se denomina aumento del costo de fondo, entendida como la tasa a la que tiene que conseguir el dinero.

 Un poco de historia

En 2005, el Banco Central hizo uno de los primeros estudios para evaluar el “Riesgo de liquidez y fondeo de la banca en Chile”, realizado por Alejandro Jara y Nicole Winkler. Un tema que en ese momento causó extrañeza al interior del organismo, pues se consideraba que la posibilidad de una corrida bancaria –que es el peor escenario previsto- era altamente improbable.

Sin embargo, se siguió adelante con la investigación porque uno de los aspectos críticos del negocio bancario es “precisamente transformar las captaciones de corto plazo en colocaciones de mediano y largo plazo”. Por ejemplo, los bancos grandes colocan créditos hipotecarios de largo plazo y se financian con depósitos de corto plazo (menos de un año). Si el banco se gestiona adecuadamente podrá financiar sus préstamos y hacer frente a sus obligaciones de fondeo. Si no lo hace, comenzará a no pagar sus compromisos. Por lo tanto, el banco no sólo tiene que ser capaz de pagar cuando el mercado funciona con normalidad, sino que también tiene que serlo en condiciones adversas.

El informe último del Banco Central recoge gran parte de lo ya expresado en 2005. En resumen, se da cuenta que los depósitos a plazo son la principal fuente de financiamiento de la banca chilena, “cerca del 50% de los pasivos del sistema. Le siguen en importancia los depósitos a la vista (18%), los instrumentos de deuda del mercado local (13%), el capital (11%) y las obligaciones del exterior (8%)”.

Entre los depósitos a plazo, los de origen minorista, es decir, aquellos que vienen del público en general y que son de bajo monto, tienden a ser más estables, incluso en períodos de estrés financiero. Por el contrario, los de origen mayorista suelen ser “más sensibles a las volatilidades del mercado, en tanto se encuentran concentrados en pocos acreedores con mayor acceso a información y decisiones de inversión más sofisticadas”.

De ahí que se derive que es mejor para la banca captar financiamiento del cliente retail porque al ser más desinformado, tiende a ser una captación más estable, pues tomará un tiempo en darse cuenta si está en una situación de riesgo o no.

Sin embargo, si se lo compara con los estándares internacionales, gran parte de las captaciones de la banca chilena proviene de los ahorros previsionales de los hogares de los fondos de pensiones. “Estas instituciones recirculan parte de este ahorro a la banca, como depósitos (de corto plazo) o con la compra de títulos de deuda (de largo plazo)”, explica el Central.

¿Cuáles son los bancos que son menos dependientes del fondeo mayorista? Aquellos de mayor tamaño, lo que implica que tienen una participación por activos mayor de 10% del sistema y una red de sucursales amplia.

Segismundo Schulin Zeuthen, presidente del BancoEstado, indicó a DF que han ido generando cada vez más depósitos minoristas e ir dependiendo menos del institucional, “porque ante cualquier problema son los primeros que salen”.

Uno de los aspectos que influyó para que el escenario se reordenara fue la decisión en 2007 de aumentar el límite de inversión en el exterior para los fondos de pensiones. Eso hizo que estos inversionistas institucionales sacaran los ahorros de Chile, lo que derivó en que los bancos redujeran de manera significativa su dependencia a este tipo de fondos institucionales en los años siguientes.

De los más de US$ 36 mil millones de depósitos institucionales en la banca a julio de 2013, sólo 30% correspondía a fondos de pensiones, con vencimientos en torno a seis meses. En tanto que casi el 80% de las colocaciones menores  a 90 días tenían su origen en los fondos mutuos.

Dicho lo anterior, el IEF hace notar que los bancos pequeños –con una participación inferior al 3% de los activos del sistema- “aumentaron  la proporción de su cartera de créditos financiada con depósitos institucionales desde 30% a casi 40% (en el último año), al mismo tiempo que el crecimiento de sus colocaciones llegó al 14% real anual”.Aunque también reconoce que estos actores mitigan esta situación riesgosa acudiendo a diversos actores institucionales, destinando una mayor proporción de activos líquidos en su balance y haciendo un aporte proporcionalmente mayor de recursos propios en su estructura de fondeo global.

¿Hacia dónde apunta la normativa?

De manera escueta, el Informe de Estabilidad Financiera indica cuatro objetivos que se resumen en que establecerá políticas de gestión del riesgo de liquidez en la banca fijando criterios mínimos para el desarrollo de ejercicios de tensión y planes de contingencia, los que incluirán a las filiales, y estandarizará los supuestos de los modelos internos para aquellos bancos autorizados a utilizarlos.

Hasta ahora, cada banco posee su propio modelo que mide el descalce que tiene entre suposición acreedora y el dinero que adeuda y eso se lo presenta al Banco Central. Por descalce se entiende la diferencia máxima que una entidad se puede permitir entre activos y pasivos. Sin embargo, el Central quiere comenzar a estandarizar ciertos criterios, con lo cual les restringe la autonomía que tienen en el presente y además,pretende incorporar la exposición de sus filiales (incluidas las que se encuentran en el extranjero).

Las actuales normas exigen que el cumplimiento de los límites se mida de manera individual, es decir, únicamente el banco, sin tomar en cuenta sus filiales.  Pero en la actualidad, hay filiales importantes que inciden en la liquidez y que deben incorporarse. Por ejemplo, en este análisis no sólo se introduciría la situación que podría vivir BCI en Chile, sino también la de su nueva adquisición en Florida, City National Bank, o la de Corpbanca con sus filiales en Colombia, Corpbanca Colombia y Helm.

Además, quiere agregar variables de monitoreo de la posición de liquidez de cada banco entre ellas, la razón de cobertura de  liquidez de corto plazo y la razón de financiamiento neto de largo plazo de Basilea III, reportes de concentración por acreedor, instrumento, moneda y plazo y porcentaje de renovaciones de fuentes de mayoristas. Todas ellas se dirigen a aumentar la información disponible para el mercado.

De esta manera, la autoridad aprovecha de introducir las normas de Basilea sobre liquidez, las cuales fueron diseñadas después de nuestra reglamentación y de la crisis subprime de 2008. Si efectivamente el Banco Central decide hacer más exigente la base de capital, los bancos –sobretodo los de tamaño medio y pequeño- contarán con menos dinero disponible para prestar, lo que dificultará el acceso para las pequeñas y medianas empresas. Las grandes corporaciones siempre tienen la opción de acudir a mercados alternativos de financiamiento como es el de bonos, pero las de menor tamaño nocuentan con esa posibilidad.

Al tiempo que si estas nuevas normas se traducen en que tienen que mantener ciertos tipos de activos líquidos, eso necesariamente se asocia a mayores costos que afectarán la rentabilidad de la banca. Efectos que sólo se podrán medir una vez que se conozca el borrador.

El mensaje, mientras tanto, es uno. Los bancos deben diversificar sus fuentes de financiamiento y eso pasa por un trabajo de hormiga como es la captación de clientes pequeños con capacidad de ahorro.