- En noviembre llegarían delegaciones de ambos países para iniciar conversaciones al respecto. En el ejecutivo lo ven como una señal de que se quiere alivianar la carga a los empresarios. Existe interés por un convenio similar con Alemania.
Los argentinos lo pidieron. Los chinos también. Las empresas alemanas en Chile están interesadas. Con estos tres países –Argentina, China y Alemania-, el gobierno espera comenzar a negociar acuerdos de doble tributación en los meses que vienen.
Estos son instrumentos suscritos entre dos Estados que tienen por finalidad eliminar o aminorar la carga tributaria que afecta o dificulta el intercambio bilateral. En general, estos convenios se aplican a los impuestos que gravan la renta y al patrimonio.
Quizás la más vistosa por lo dramática que ha sido la relación es la negociación con Argentina. La delegación trasandina había planteado reunirse a fines de octubre, pero la reunión quedó fijada para fines de noviembre, señalan fuentes gubernamentales.
En la página del SII aparece que el convenio con Argentina fue denunciado por este Estado el 29 de junio de 2012. Hay varias razones tanto de índole política como económica que llevaron al gobierno de Cristina Fernández a desahuciar el acuerdo que regía desde 1976.
Publicado por La Segunda, martes 21 de octubre, página 15.
Lo que molestó a Argentina
El proyecto Pascua Lama ayudó a tensar las relaciones entre el Servicio de Impuestos Internos y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP). Ambos servicios no se pusieron de acuerdo sobre la forma de aterrizar tributariamente el Tratado Minero en el caso específico de esta iniciativa que tenía la dificultad de reglar operaciones en los dos países.
Pero lo que definitivamente enervó las relaciones fue el uso de sociedades como plataforma de inversiones al amparo del artículo 41-D de la Ley de la Renta. “Aquí hubo una fiscalización por parte de la AFIP con cierto olor a persecución política”, señalan fuentes informadas. Los dardos apuntaron principalmente al grupo Pérez Companc y sus operaciones a través de Molinos de la Plata.
La fórmula funcionaba de la siguiente manera: un inversionista argentino creaba una compañía operativa en Uruguay, al tiempo que constituía una sociedad 41-D en Chile. Entonces, la inversión pasaba desde Argentina, a Chile y desde acá a la empresa operativa uruguaya. Cuando esta última compañía repartía dividendos, éstos fluían desde Uruguay a la sociedad en Chile y ésta a su vez los enviaba a Argentina. La empresa operativa pagaba los impuestos correspondientes en el país donde funcionaba, pero los dividendos a Argentina –que pasaban por Chile a través de una sociedad 41-D- quedaban bajo la tutela del Tratado de Doble Tributación. Esto fue ratificado en su momento por un oficio del SII del entonces director Juan Toro.
Esta triangulación no gustó a la AFIP que solicitó al Servicio –dirigido ya por Julio Pereira- que reinterpretara su postura, cosa que no se hizo bajo el argumento de que existía el precedente del oficio. A su vez, los chilenos esgrimían que ellos también se veían perjudicados por ciertas normas que regían en el país trasandino como por ejemplo las Leyes especiales de Fomento de la Zona Austral.
Luego de una reunión entre las dos delegaciones, Argentina decidió desahuciar el Tratado de Doble Tributación. Al gobierno de Sebastián Piñera obviamente no le sentó bien la determinación de Buenos Aires, pero concluyeron que los inversionistas locales no quedaban indefensos porque existían algunas medidas unilaterales que daban alternativas de solución.
De ahí a esta parte, no es primera vez que se realizan negociaciones entre Argentina y Chile en torno a un nuevo acuerdo. Se dice que hubo por lo menos 4 encuentros en el anterior gobierno.
Una de las razones de Argentina para volver a intentarlo se debería a que un acuerdo con Chile le eliminaría uno de los puntos de incumplimiento que se levantan para que ingrese a la OCDE relativo a intercambio de información, interpretan expertos tributarios.
Las otras negociaciones
Más cercanas en el tiempo están las negociaciones con China. Nuestro principal socio comercial se acercó para reanudar las conversaciones que estaban congeladas, cosa que se viabilizó a partir de la aprobación de la Reforma Tributaria. La fecha marcada en el calendario del SII es el 10 de noviembre, se informó en este servicio. Otro país que también se encuentra en la carpeta de Pekín es Colombia.
Paralelamente, tanto empresas alemanas en Chile como el propio gobierno tienen interés en reanudar negociaciones con Alemania. Hubo un borrador casi listo en el SII cuando Ricardo Escobar era director –durante la primera administración de Michelle Bachelet- , pero al final los alemanes no quisieron poner la firma. Se presume que podrían haber noticias en este sentido durante la visita que la Presidenta hará a ese país a fines de octubre.
Para una fuente de una auditora, la firma de un Tratado de Doble Tributación con Alemania sería “un lujo”. En tanto que China cobra importancia por los flujos –entre ellos, mineros- que se mueven; y con Argentina podría implicar un alivio para los empresarios del sur que suelen tener “una pata en cada lado de la frontera”.
Al interior del gobierno lo ven como una señal de que están preocupados por alivianarle la mochila a los empresarios. Fuentes del ministerio de Hacienda fueron consultadas por estas negociaciones, pero al cierre de esta edición no hubo respuesta alguna.