Metrogas juega con fuego

  •   La empresa distribuidora de gas ha bajado sus precios a público, pero no tanto como ha visto caer sus costos.
  • La prudencia indica que debería ser un poco más “generosa” con sus clientes porque de otro modo no pasará mucho tiempo antes que alguien trate de matar un buen negocio, ya sea por la regulación o introduciendo mayor competencia.

Publicado por El Mostrador Mercados, martes 3 de diciembre de 2013.

El 31 de julio de 2012, Metrogas llegó a acuerdo con la empresa que le provee de GNL para modificar los contratos de abastecimiento que ambas partes tenían desde 2009. Los nuevos términos convenidos con British Gas –BT- le permitieron “contar con mayores volúmenes de gas, con precios más convenientes y garantizar, aún más, un suministro continuo y seguro”, señala la empresa en su Memoria 2012.

No había pasado un mes del acuerdo y la compañía de distribución de gas aplicó cambios en su estructura tarifaria debido a las nuevas condiciones obtenidas. Sin embargo, a la luz de los resultados de la empresa, los precios a público bajaron pero nunca tanto como le bajaron a ella.

Basta mirar la ganancia bruta de Metrogas a septiembre, es decir, las ventas menos los costos, para darse cuenta de ello, pues creció 81,7% respecto de igual período del año anterior. Si bien los ingresos tendieron a caer levemente (-4,9%), la disminución de los costos fue notoriamente mayor (-32%). El gran responsable de esta caída es justamente el ítem de compra de gas que implicó un desembolso de US$ 302,0 millones, es decir, 37% menos que en los primeros nueve meses del ejercicio anterior.

Se puede pensar que quizás esta baja obedeció a que redujo el volumen demandado, pero en este caso las ventas físicas de gas aumentaron 3% en el mismo período analizado. El resultado final fue que la empresa logró mantener estos márgenes y obtuvo una utilidad  después de impuestos de $ 187 millones, lo que le significó casi duplicar sus ganancia.

En tres manos está Metrogas

¿Quién se llevó este beneficio? Obviamente los accionistas que en este caso son tres: Gasco, Empresas Copec y Trigas y que a septiembre registran una utilidad por acción de $ 2.540 frente a los $ 1.300 del 2012.

El control de Metrogas lo tiene Gasco que es dueña del 51,84% de las acciones, que a su vez es controlada por la mayor distribuidora de electricidad del país, CGE. Ambas compañías forman parte de los activos de la familia Marín, el grupo Almería y la familia Pérez Cruz y se transan en bolsa.

Empresas Copec cuenta con el 39,8% de las acciones de Metrogas y también es una empresa abierta al mercado accionario y controlada por el grupo Angelini. La tercera en el ruedo es Trigas con el 8,33% de la propiedad. Esta es una sociedad de inversiones ligada a la distribución de gas licuado y participa en Empresas Lipigas, Codigas, Enagas y Agrogas (que tienen un 36% del mercado).

Pero no siempre las cuentas de Metrogas han sido alegres. Esta compañía comenzó a operar en 1997 a partir de la llegada del gas natural a la Región Metropolitana desde Argentina.  No pasaron muchos años cuando en 2004 empezaron las restricciones al suministro y Metrogas tuvo que salir a buscar fuentes nuevas de abastecimiento. Fue así como se embarcó en la construcción del primer terminal de GNL en el hemisferio sur, en la Bahía de Quintero, donde tomó el 20% de participación

La apuesta rindió frutos porque el GNL ha sido la solución frente a la falta de gas argentino y a la sequía que ha obligado a las empresas eléctricas a proveerse también a través de esta vía. El 30% de las ventas físicas es demandado por este segmento. Además, que la corriente mundial también le favorece.

Casi un commoditie

El GNL es gas natural convertido a estado líquido luego de un proceso de enfriamiento a una temperatura de -160 grados Celcius. Se almacena como líquido y ocupa aproximadamente 600 veces menos volumen que en su forma gaseosa. La labor de GNL Quintero es transformar este producto en gas natural que luego es distribuido a los clientes.

Por décadas el mercado del GNL fue muy cerrado. Como los costos de los proyectos eran altos, los productores amarraban a los consumidores con contratos de largo plazo y eso hacía que el pool de compradores fuera bastante pequeño.  “Pero ahora el fuerte crecimiento de la demanda de Asia y América Latina implica que más clientes están batallando por embarques y las perspectiva de que Estados Unidos se transforme en un exportador mayor, puede implicar que haya también un aumento de la oferta”, analizaba Financial Times la semana pasada.

Este mercado ha evolucionado casi por accidente. La recesión de Europa redujo la demanda, dejando a las empresas públicas de Bélgica y España obligadas a comprar GNL por contrato y teniendo que vender dichas cargas. A lo que se sumó que los proyectos que se construyeron en la década pasada con el ojo puesto en los Estados Unidos, ahora están alimentando al mercado, ya que la producción de shale gas en EE.UU. se comió la demanda interna. Por eso, muchos apuestan a que aquí hay un mercado por crear muy similar al de cualquier commoditie, vaticina Financial Times.

Cualquiera sea el desenlace, Metrogas ha ido de acuerdo a las tendencias de los tiempos. Fue muy agresiva cuando se trató de traer gas natural desde Argentina, esfuerzo que le costó caro cuando el suministro comenzó a escasear. Sin embargo, supo reponerse y buscar una alternativa viable, limpia e innovadora como es el GNL.

Sin lugar a dudas, ese esfuerzo y porfía debe ser recompensado y lo está siendo cuando registra una rentabilidad sobre activos de 12% a septiembre, muy distinta al -7% que arrojó en 2008 y al 2% de 2009. Se añade además la tranquilidad de contar con una situación financiera cómoda, pues el 82,5% del pasivo es no corriente y el 62% de la deuda vence en un plazo superior a 10 años.

El único “pero” es que se trata de un servicio público que tiene libertad tarifaria y que cuenta con 484 mil clientes relativamente cautivos a su red  en la Región Metropolitana y Región Libertadores General Bernardo O’Higgins y que sigue creciendo: el 74,9% de las viviendas nuevas sobre UF 1.000 está conectada a Metrogas. La demanda de estos clientes se caracteriza por ser  “bastante estable en el tiempo y no es afectada significativamente por los ciclos económicos”, reconoce la propia empresa.

Por eso mismo debería ser un poco más “generosa” con sus clientes porque de otro modo no pasará mucho tiempo antes que alguien trate de matar un buen negocio, ya sea por la regulación o introduciendo mayor competencia.

Nota: Este análisis se hace sobre la base de la información publicada por la propia empresa en su sitio web y en la Superintendencia de Valores y Seguros.