La teleserie que desató el fin del cartel del potasio bielo-ruso

  •  Los ejecutivos de la empresa Uralkali prometen que recuperarán el volumen perdido en el último año, mientras que es probable que se venda el 21% de la compañía que está en manos de Suleiman Kerimov.
  • El término de la alianza daña los ingresos de Belaruskali y con ello se pone en peligro el 20% del presupuesto fiscal anual de Bielorusia.

Publicado en Economía y Negocios de El Mercurio, 1 de octubre, pág. 8

Después de un mes en una ex cárcel de la KGB en Minsk, el CEO de Uralkali,Vladislav Baumgertner, fue trasladado a un departamento en la capital. Fuentes diplomáticas informaron ayer que el detenido no tenía quejas sobre las condiciones de su nuevo domicilio.
El alto ejecutivo de la empresa rusa productora de potasio había sido invitado por el primer ministro de Bielorusia a una reunión tomado preso apenas pisó el suelo de ese país. Este es el precio que pagó por romper la alianza –conocida como BCP- queUralkali tenía con Belaruskali desde 2010, a través de la cual manejaban el precio del principal insumo para fertilizantes.
Con el fin del cartel, se dañarán los ingresos Belaruskali y con ello se pondrá en peligro el financiamiento del 20% del presupuesto fiscal anual de BielorusiaUgolpe duro para un país que debe pagar un préstamo de US$ 3,5 mil millones al Fondo Monetario Internacional (FMI). Para hacerse una idea, basta imaginar qué sucedería con la economía chilena si el precio del cobre cayera más de un 25%. Sería catastrófico y eso que el aporte de Codelco a los ingresos fiscales anuales fluctúa en torno al 14,7%.
 

Uralkali en Venta
¿Qué ha sucedido desde la detención de Baumgertner? El presidente de Bielorusia, Alexander Lukashenko, ha dado ciertas esperanzas al Kremlin de que puede llegar a liberar al ejecutivo de Uralkali, siempre y cuando el gobierno de Putin solicite su extradición. Si bien Minsk mantiene la esperanza de restablecer la alianza entre ambas compañías, puso como condición el cambio deprincipal accionista de Uralkali.
Quien hoy tiene el 21% de esta compañía es Suleiman Kerimov, millonario que hizo su dinero en la banca y en el sector minero. El diario Financial Times señala que estuvo a punto de colapsar durante la crisis de 2008, pero que es un tipo afortunado y salió adelante. Tal como sobrevivió al accidente que tuvo dos años antes cuando chocó en su Ferrari Enzo en la Riviera Francesa, lo que le causó quemaduras graves que lo obligan a usar guantes para los edemas hasta el día de hoy.
Tras la compra del 12,5% de la propiedad de Uralkali por parte del fondo China Investment Corp (CIC) el 26 de septiembrelos comentarios de que Kerimov estaría vendiendo su porcentaje se intensificaronLos analistas descartan la posibilidad de que el gobierno ruso autorice una mayor participación de los chinos o de extranjeros en esta firma y dan como ejemplo que en 2010, el gobierno canadiense rechazó la compra de Potash Corp por parte de Anglo-American, ya que afectaba los intereses nacionales. Por lo tanto, los posibles compradores que se barajan son dos multimillonarios rusos y un ex funcionario de gobierno.
Rusos no dan marcha atrás
Mientras tanto, Uralkali no da muestras de echar pié atrás a su decisión de terminar con la alianza BCP que junto al cartel norteamericano Canpotex sumaban el 70% de este mercado.
La demanda anual de potasio es de 35 millones de toneladas y la oferta mundial puede llegar a los 43 millones. La función de los carteles era mantener restringida la producción hasta ahora.
Con motivo de la entrega de resultados al primer semestre, los ejecutivos rusosafirmaron que recuperarán el volumen que perdieron en el último año. Uralkali tenía el 22% del mercado mundial en el primer semestre de 2012 y ahora sólo cuenta con el 17%. Canpotex creció a costa de los rusos, pues logró mayores cuotas en Brasil y el Sudeste Asiático, expandiéndose a nivel global desde 27% a 32%. El resto de los jugadores como K+S, Israel Chemicals, APC, Belaruskali y la chilena Soquimich conservaron su participación, señala el analista Chris Damas, en un artículo de Alpha Seeking.
Si bien Uralkali afirmó que podía llegar a operar a plena capacidad (13 millones de toneladas anuales), los expertos ven poco probable que ello ocurra en el corto plazo. En el primer semestre, exportó 3,3 millones de toneladas y vendió en el mercado local otra tonelada. Las utilidades le cayeron 53% comparado con el primer semestre de 2012, debido a que colocó a US$ 316 por tonelada en contra de los US$ 380 de igual período del ejercicio anterior.
El director de ventas de Uralkali, Oleg Petrov, sugirió que el precio podría “tocar” unpiso de US$ 300 por tonelada. Hoy se mueve en torno a los US$ 325 y antes de la ruptura bordeaba los US$ 350 por tonelada.
Hasta ahora el gobierno ruso se ha mantenido en términos públicos como un observador, sin dar muestras de fuerza. En primer lugar porque Bielorusia y Rusia –que conforman la Unión Rusa-Bielorusa– han sido considerados aliados muy cercanos desde la caída del bloque soviético, indica Wall Street Journal. En segundo lugar, porque el Kremlin negocia con Ucrania una unión aduanera y este país a su vez juega con la posibilidad de estrechar lazos con la Unión Europea. “No se puede estar estrangulando por un lado a Bielorusia y, al mismo tiempo, diciéndole a Ucrania que está todo bien y que no hay nada de qué preocuparse”, explica un ex funcionario del Kremlin, citado por Financial Times.
Recuadro:
El inicio del conflicto
El 26 de julio, el directorio de Uralkali tomó la decisión de echar abajo el acuerdo que tenía con Belaruskali. Al martes siguiente, se informó la medida al mercado lo que produjo un verdadero terremoto que hizo caer la mayor parte de las acciones de las empresas ligadas a este insumo para fertilizantes.
Así se hizo palpable el conflicto que existía entre ambas empresas que mantenían un convenio de cuota que se dividía 60% para Uralkali y 40% para Belaruskali. Sin embargo, los bielorusos intentaron cambiarlo a 55% y 45%, respectivamente. Al no lograrlo, comenzaron a vender por fuera una producción marginal, lo que molestó a los rusos que demandaron el divorcio.