- El Financial Times publicó un artículo titulado: “Brazil: net debtor to the world”, donde se describe la forma en que el Banco Central de Brasil ha utilizado swaps de moneda en vez de la fórmula tradicional de intervención del tipo de cambio. Si bien ha logrado defender por esta vía las reservas, también es verdad que ha acumulado una posición corta en dólares a través de estos instrumentos de más de US$ 77 billones entre el 31 de mayo de 2013 y el 10 de enero de 2014.
A continuación se traduce parte del reportaje que se puede encontrar en el Financial Times del 15 de enero de 2014:
- ¿Cuán bien protegido está Brasil contra los shocks externos? Quizás no tan bien como comúnmente se piensa. Un motivo de orgullo para Brasilia ha sido que el país sea un acreedor neto para el mundo, lo que implica que acumula más reservas internacionales que lo que debe al exterior. Sin embargo, está lejos de estar claro que esa condición aún se mantenga.
- A raíz del boom de los commodities, primero, y luego por la implementación de la inyección de liquidez por parte de la FED y de otros bancos centrales del mundo, Brasil pasó de anotar reservas internacionales por US$ 35 billones en 2001 a US$360 billones a fines de 2013. La deuda externa pública y privada se mantuvo en los US$200 billones entre 2001 y 2009 y luego comenzó a crecer, alcanzando los US$310 billones a fines del año pasado. Pese a ello, gracias al crecimiento seguro de las reservas internacionales, Brasil ha sido un acreedor neto desde principios de 2009. ¿Lo ha sido?
- Casi al mismo tiempo que Brasil se transformó en un acreedor neto, el Banco Central de Brasil comenzó a usar nuevos métodos de intervención del tipo de cambio. En vez de comprar y vender dólares en el mercado spot – que es el método estándar de intervención de los bancos centrales-, usó swaps de monedas. Esta es una alternativa inteligente porque se alcanza el mismo objetivo, pero sin impactar en los stocks de reservas. Cuando el banco usa lo swaps para limitar la depreciación del real, ofrece pagar la diferencia entre el tipo de cambio inicial y el final durante el período de vigencia del contrato, más un tasa de interés en dólares (conocida como cupón de cambio). A su vez, recibe la tasa de interés interbancaria acumulada (actualmente en torno a 10%) equivalente al monto del contrato en reales brasileños.
- Durante varios períodos desde que este método se introdujo, el banco central lo usó para limitar la apreciación del real, que estaba perjudicando, entre otros aspectos, a las exportaciones. Pero cuando la FED comenzó a echar pié atrás en su programa de QE, el real empezó a perder fortaleza. Desde ese momento, el banco central de Brasil tuvo que aumentar su programa de swaps en un orden de magnitud distinto. Gabriel Gresztein y Thiago Alday de BNP Paribas en Sao Paulo puntualizaron en una nota reciente que entre el 31 de mayo de 2013 y el 10 de enero de 2014, el banco acumulaba una posición corta en dólares a través de swaps de moneda de más de US$77 billones.
- Usted puede replicar ¿y qué importa? Si todo está hecho en reales, no hay impacto en las reservas internacionales. Pero las grandes bazukas no son baratas y no se puede sosportar una moneda con una posición de US$77 billones sin costo alguno. Por supuesto que hay un costo. Si los swaps son un éxito – y un documento del banco central publicado en julio de 2013 sugieren que por lo general lo son- , entonces el banco incluso puede sacar una utilidad. ¿Pero qué sucede si el real continúa su déclive? La moneda hasta ahora ha mostrado cierta resiliencia desde fines de septiembre, aunque hoy se encuentra a niveles de 2,35 reales por dólar.
- Lo que ahora se descubre es que Brasil dejó de ser un acreedor neto en octubre del año pasado. Las últimas cifras del banco central de Brasil, para noviembre de 2013, revelan que la deuda externa llegaba a US$312 billones y las reservas internacionales ascendían a US$362 billones, lo que daba un colchón de US$50 billones. Pero si se netean con los US$68 billones que tenía en swaps, ese espacio se perdió.
- Esto es algo que los inversionistas deberían estar atentos, si es que el real continúa debilitándose y la posición fiscal brasileña prosigue su deterioro durante 2014 y 2015, concluye el medio especializado.
Publicado por el Financial Times, 15 de enero de 2014.