- El especialista en regulación financiera, Matías Larraín, analiza cada uno de los casos que han conmovido al mercado de capitales en los últimos años. Señala que por lejos el más grave a su juicio es el de La Polar.
- “Las AFPs detectaron el problema de la valoración de activos en el caso Enersis; y una administradora de fondos (Moneda) inició las primeras denuncias por el caso Cascada. Dicho de otra forma, estos casos los han levantado los inversionistas, no la autoridad. Y ellos han ejercido presión por sanciones cada vez más severas”, reconoce Larraín.
- Sin embargo, “tengo la impresión de los inversionistas institucionales en general no están terminando el ciclo de control de pares como inversionistas”, advierte.
Gerardo Cood, de Enjoy: “Ya pasamos la catástrofe del 2013 y podemos enfrentar un año con armas completamente distintas”
- “Después de lo que pasamos, uno se siente capaz de sortear cualquier cosa que venga”, señala el gerente general de esta empresa de casinos.
- Mientras redefinieron el negocio, los fondos de inversión aprovecharon de tomar una posición más relevante dentro de la propiedad que sigue controlada por la familia Martínez.
La oficina de Gerardo Cood sólo podría pertenecer a la de un ejecutivo de casino. Una máquina tragamonedas le guarda la espalda, dos rumas de fichas de juego sobre el escritorio y una ruleta hace las veces de mesa de centro.
Desde mediados de diciembre, este ingeniero comercial de la Universidad de Chile y ex alumno del Instituto Nacional, es el gerente general de Enjoy S.A., ya lo era de las operaciones de Chile, pero el directorio definió que el negocio local estaba lo suficientemente estable como para que comenzara a ver la operación en su totalidad. Eso implica los siete casinos nacionales, uno en Mendoza y el Conrad en Punta del Este.
Cood trabajó doce año en Gasco, los cuatro últimos fue su gerente general, antes había estado en Telefónica. Decidió independizarse, pero la tentación de entrar a un negocio nuevo y de hacerse cargo de Enjoy –controlada por la familia Martínez- que estaba pasando por una crisis financiera de proporciones lo hizo volver a emplearse en septiembre de 2013.
Sin embargo, su nombre en Google aparece más ligado a las carreras de auto tipo Dakar donde compitió en 2013 que a sus dotes profesionales. Le acompaña como navegante José Miguel Melo, con quien también ha trabajado en Gasco y en otras sociedades.
Poderoso fondo de inversión Apollo querría disputarle la propiedad de Molycorp a Molymet
- El banco de Leon Black ha estado comprando bonos convertibles en acciones de Molycorp porque apuesta a que la minera caerá en default.
- Un problema más para los controladoras de Molymet -Gianoli, Mustakis, Matte y Schwarzkopf- que han invertido US$ 595 millones en la firma.
Al menos un fondo de inversión, Apollo Global Management, está apostando a que la estadounidense Molycorp no será capaz de pagar su deuda que llega a US$ 1.400 millones. ¿De qué manera? Comprando bonos convertibles en acciones para que en caso de que la compañía productora de tierras raras entre en cesación de pagos, la tenencia de estos papeles le permita a la entidad financiera quedarse con el control de la compañía, analizaba Bloomberg a inicios de julio.
Apollo no es un banco más de Nueva York. E control de la propiedad lo tiene Leon Black quien es una leyenda en Wall Street. Su compañía administra US$159 mil millones en inversiones, activos de deuda e inmobiliarios. En Chile también está presente, pues Apollo Global adquirió la Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación (Uniacc) a la familia Guiloff por US$ 44 millones años atrás.
Si bien esto sucede en Estados Unidos, principalmente en Nueva York y Colorado, las consecuencias de estas maniobras tienen efectos importantes en Chile, específicamente en San Bernardo, donde se ubica la sede de Molymet.
Esta compañía, líder en la producción y comercialización de molibdeno y que es controlada por las familias Gianoli, Mustakis y Matte y la austriaca Plansee (de la familia Schwarzkopf), comenzó a comprar acciones de Molycorp en 2012, llegando a tener 17 millones de papeles de la compañía con una inversión de US$ 435,4 millones. Luego acudió a dos aumentos de capital que se realizaron en 2013, adquiriendo 29 millones de acciones adicionales. De esta manera, a fines del año pasado controlaba el 20,95% de la propiedad que le significó un desembolso de US$ 595 millones, según reconoce en la memoria de 2013.
El interés de Molymet por Molycorp radica en que combina la producción de cerca de 13 de los 17 tipos de tierras raras con instalaciones industriales en tres continentes y la considera clave para consolidar su liderazgo mundial en el procesamiento de metales estratégicos. Estos minerales son ocupados para la fabricación de vehículos híbridos o eléctricos, turbinas de viento, misiles, fibra óptica y aparatos móviles, entre otros.
Pero el negocio definitivamente no ha andado. Basta mirar el desplome de la acción para darse cuenta de ello. Si la primera compra de Molymet fue a un precio por acción de US$ 31,2, que ya era una ganga puesto que venía de un techo de US$79, el último aumento de capital que suscribió fue a US$ 5 por acción. Hasta ahora, la compañía de San Bernardo ha adquirido las acciones de Molycorp a un precio promedio que bordea los US$ 13 por acción, muy por encima del valor al que hoy se transa en bolsa (US$ 2,20 por acción).
Publicado por El Mostrador Mercados, jueves 31 de julio de 2014
Los supuestos de los técnicos de la Reforma Tributaria que dividen a la economía en dos
- Un efecto relevante es que el proyecto ley pone una línea divisoria entre las empresas pequeñas y las grandes. Una compañía mediana que tiene ventas sobre el millón de dólares al año debe competir casi de igual a igual con una que vende mil millones de dólares. Esta lógica que intenta simplificar el régimen tributario es la que cruza a gran parte de la iniciativa.
- También se pretende desincentivar el uso de múltiples sociedades para sacar ventajas tributarias, “lo que todos deberían estar pensando es en fusionar lo más posible ” y reducir las mallas, agrega una fuente de gobierno.
Publicado por El Mostrador Mercados, lunes 21 de abril de 2014.
Fondos de Inversión Privados pierden su sex appeal con la Reforma Tributaria
- Los FIP deberán pagar un impuesto de retención de 35% con lo que se les termina gran parte de su atractivo como vehículo inversor. En tanto que el proyecto introduce cambios a la Ley Unica de Fondos que se acaba de promulgar en enero.
Nada de prometedor es el futuro de los Fondos de Inversión Privado (FIPs) de aprobarse la Reforma Tributaria, pues el proyecto los obliga a pagar anualmente el impuesto de retención de 35% sobre las rentas propias. Hasta ahora estos instrumentos son prácticamente los únicos que están libres de pagar el Impuesto de Primera Categoría.
A junio del año pasado, los organismos oficiales daban cuenta de 835 fondos de inversión privados, con inversiones por US$14.500 millones. De esta forma, el sector volvió a sobrepasar la barrera de los 800 fondos, luego que a fines de 2011 gran parte de las carteras inmobiliarias -creadas bajo esta figura- entraran en liquidación y disolución, cerrando ese período con 784 FIP con US$ 11.844 millones en activos, señalaba una nota del diario La Segunda.
Los FIPs se crearon hacia el 2000 con el fin de fomentar la inversión en el marco de la reforma al Mercado de Capitales I (MKI), pues permiten reunir a inversionistas de distinto tipo tras el objeto de aportar dinero a un emprendimiento privado. Aunque su uso se distorsionó con el tiempo.
Más de una vez ocurrió que cuando alguien tenía la intención de vender una empresa, constituía un FIP al que aportaba la participación en la compañía y cuando la vendía, la ganancia sobre la venta de los derechos no pagaba Impuesto de Primera Categoría.
También se han formado estos fondos para acudir a aumentos de capital en una sociedad cerrada y así participar en ella, apostando a una plusvalía futura. Cuando vendan su participación en la empresa, ese dinero vuelve al fondo y no está afecto a Impuesto de Primera Categoría. ¿Cuándo lo está? Cuando los aportantes registren una ganancia, ya sea porque liquidaron cuotas del fondo, recibieron dividendos o se puso término al FIP. Es decir, mientras la inversión y lo que se gane por ella, se mantenga dentro del fondo, está libre de impuestos. Cuando la ganancia es retirada por una persona natural, se paga el global complementario. Cuando la utilidad es rescatada por una sociedad, ésta se almacena en el Fondo de Utilidades Tributarias (FUT) sin derecho a crédito.
Eso siempre y cuando no se apruebe la Reforma Tributaria, pues ahora sí están afectas a un impuesto de retención de 35% de respecto a sus rentas propias, señala Juan Pablo Cabello, abogado de Cabello, Letonja & Cía. Esta modificación se inscribe dentro de la premisa que toda ganancia de capital debe pagar impuesto a la renta, como lo señala el mensaje presidencial con el que se acompañó el proyecto de ley cuando ingresó a la Cámara Baja para su tramitación este martes.
Apenas duró tres meses
Tanto para Cabello como para Gonzalo Polanco, director ejecutivo del Centro de Estudios Tributarios de la Universidad de Chile, la tasa del Impuesto de Primera Categoría es de 35%, pues las empresas tendrán que pagar un 25% y retener un 10% atribuido a los socios.
“El único caso en que la empresa no se verá obligada a retener el 10% se da cuando se trata de una sociedad anónima cerrada o limitada, cuyos socios sean personas naturales chilenas”, indica Cabello.
Como las empresas retienen el 10%, si los accionistas personas naturales tienen un tramo más bajo que el 35% en su global complementario o adicional, podrán pedir devolución porque constituye un crédito.
Respecto a los impuestos que deben pagar las acciones con presencia bursátil se mantiene el concepto de que el mayor valor obtenido en la enajenación de éstas no constituirán renta para, premisa que está contenido en el artículo 107, señala Polanco. Sin embargo, no corren la misma suerte los fondos de inversión y los fondos mutuos, que fueron eliminados de este articulado.
La industria de fondos de inversión y de fondos mutuos mueven más de US$50.000 millones, según cifras de Acafi, donde menos del 0,5% corresponden a inversionistas extranjeros. Por eso, José Manuel Silva de Larraín Vial señaló hoy a Radio Duna que el proyecto era un exocet para la industria.
Sin mayores miramientos, el proyecto modifica con el artículo 11, los artículos 81, 82 y 86 de la ley 20.712 que fue publicada hace tres meses, el 7 de enero de este año, sobre “Administración de Fondos de Terceros y Carteras Individuales” o “Ley Unica de Fondos” (LUF). Esta iniciativa fue largamente discutida en el Parlamento, siendo uno de sus principales impulsores el socio de Moneda, Fernando Tisné, desde la presidencia de la ACAFI.
El gobierno de Bachelet quiere que el Congreso apruebe ahora que los fondos de inversión, fondos mutuos y sus administradoras estarán sujetos al régimen tributario establecido para las sociedades anónimas a partir del 1 de enero de 2017. Si bien los fondos de inversión y fondos mutuos no serán considerados contribuyentes del Impuesto de Primera Categoría –el fondo es un patrimonio y no un contribuyente-, las utilidades que se generen deberá atribuírselas a los aportantes y, por ende, retener el 10% de las mismas, concluye Cabello.