Las auditoras no pueden ser domadas y hacen lo que quieren, dice FT

Las auditoras escapan a los intentos de domarlos y hacen lo que ellas quieren, dice Michael Skapinker en Financial Times. “The big Four” como se conoce a las cuatro grandes auditoras (PwC, Deloitte, Ernst&Young y KPMG) sólo prosperan, no importa qué es lo que hagan, añade.

Y pone los siguientes ejemplos: Ernst&Young pagó una multa de 750 mil libras por  Farepak, reporteó Financial Times en diciembre, empresa que colapsó después de que 114 mil personas le confiaran sus ahorros.

Deloitte también canceló una multa de 14 millones de libras por el caso MG Rover en septiembre, debido a que el auditor falló en manejar sus conflictos de interés con los inversionistas, quienes habían colocado cerca de 40 millones de libras en el fabricante de automóviles. Se perdieron 6.000 empleos.

PwC también fue castigada con 1,4 millones de libras por una mala auditoría en 2012, porque fue incapaz de descubrir que JP Morgan Chase (el banco norteamericano) no había resguardado el dinero de sus clientes.

El mes pasado, la Comisión de Valores de los EEUU (SEC) dijo que KPMG había accedido a pagar US$ 8,2 millones porque había prestado servicios no auditados impropios a clientes cuyos balances eran auditados por ellos.

Antes de la crisis bancaria de 2008, las auditoras mostraron una “preocupante falta de escepticismo” en las instituciones financieras que auditaban, señaló la Autoridad de Servicios Financieros de UK, recuerda FT.

Ya en 2002, la firma auditora Andersen había sido despedazada en su rol de auditor y consultor de Enron, empresa de energía que se fue al despeñadero por sus malas prácticas corporativas. Entonces, los reguladores decidieron que el problema radicaba en la provisión tanto de servicios de auditoría como de consultoría.  El acta Sarbanes-Oxley de los EEUU restringió los servicios que las auditoras podían ofrecer a sus clientes. Medida que dolió a las firmas.  Sin embargo, nuevamente las Cuatro Grandes están incursionando en el negocio de consultoría. Mientras que sus ingresos de auditoría cayeron en US$ 5 billones en los últimos cinco años, los de consultoría subieron en US$ 16,1 billones. Los ingresos totales alcanzaron los US$ 113,8 billones el año pasado que contrasta con los US$ 110 billones de 2012.

Y lo que ellas están haciendo es un fuerte lobby para evitar cualquier reforma significativa. Cuando un borrador sugirió que la Comisión Europea estaba planeando ordenarles cambiar sus áreas de consultoría y limitar las relaciones de auditoría a seis años, las Cuatro Grandes se rebelaron.

“Cualquiera que contemple la carrera de auditor  puede estar seguro que este negocio nunca podrá ser domado”, es una de las conclusiones del autor.

Publicado por Financial Times, 19 de febrero de 2014.