- La minera chilena controlada por Plansee y las familias Gianoli, Mustakis y Matte que ya perdieron cerca de US$ 600 millones en esta inversión, sigue interesada en las operaciones de esta compañía especializada en la extracción de tierras raras.
- Hoy los directores John Graell y Michael Schwarzkopf que participan en el directorio de Molycorp gracias a los votos de Molymet, renunciaron a sus cargos.
Publicado por El Mostrador Mercados, miércoles 14 de octubre de 2015.
Que algo tienen que hacer con Molycorp, algo tienen que hacer. Que la principal inversión en el exterior de Molibdenos y Metales S.A. (Molymet) esté acogida a Capítulo 11, es decir, bajo la ley de quiebras de EE.UU. desde junio de 2015, no es novedad.
Lo que sí es nuevo es que la empresa minera chilena que es el principal accionista de Molycorp, está planeando ofrecer comprar todos o algunos activos de la compañía, según tres personas que tienen conocimiento sobre la materia, informa Bloomberg.
Molymet se especializa en la producción y comercialización de molibdeno –abastece al 30% de la demanda mundial-, tiene entre sus principales accionistas a la austriaca Plansee y a sociedades de las familias Gianoli, Mustakis y Matte, y ha invertido desde marzo a la fecha cerca de US$ 598 millones en Molycorp, motivados por la promesa de transformarse en un actor relevante en la extracción de tierras raras. Sin embargo, los sueños se transformaron en una pesadilla cuando el proyecto de ampliación más importante de la compañía, la mina Mountain Pass, no logró los objetivos de producción para los cuales fue diseñada y presentó problemas de funcionamiento, lo que coincidió con una baja del precio de estos minerales considerados estratégicos por ser usados para la fabricación de armamento y otros equipos de alta demanda.
El deterioro de la inversión para Molymet ha sido grande y así lo ha reconocido la empresa. Al primer semestre de este año, de los casi US$ 600 millones desembolsados que le dan derecho a tener el 18,01% de las acciones de Molycorp, sólo quedan reconocidos cerca de US$ 4,23 millones, el resto se dio por perdido.
Pese a ello, Bloomberg asegura que Molymet sigue interesada en estos activos que incluirían a la principal mina en EE.UU. de Molycorp –Mountain Pass- en California. Así se lo habrían hecho trascender fuentes consultadas que no quisieron hablar on the record.
Para evitar cualquier potencial conflicto de interés, ya que Molymet tiene dos representantes en el directorio de Molycorp, éstos se han abstenido de participar en las recientes discusiones de reestructuración, señala Bloomberg. Los dos directores nombrados con los votos de Molymet son John Graell (CEO de Molymet) y Michael Schwarzkopf (controlador de Plansee). En la mañana de hoy y mediante hecho esencial, Molymet informó que ambos ejecutivos renunciaron a la mesa directiva de Molycorp, sin ahondar en las razones que tuvieron para adoptar dicha decisión.
Según Bloomberg, el vocero de Molycorp –Jim Sims- había declinado realizar algún comentario. Tampoco Nicolás Donoso, vocero de Molymet, respondió los correos ni las llamadas de ese medio.
Mirados con lupa
Ingresar a este mercado de tierras raras es difícil, más aún para una empresa extranjera que debe pasar por la autorización del gobierno norteamericano que considera este negocio de valor estratégico porque estos minerales sirven de insumos para la fabricación de armamentos. Todo eso ya lo consiguió Molymet, pues tiene autorizado un límite de inversión de 27,5%. Pero una cosa distinta es quedarse con el principal activo minero de la compañía –Mountain Pass-, lo que podría suponer que nuevamente debería golpear las puertas del gobierno en busca de autorización.
Un artículo del New York Times de abril de 2010 da cuenta de las dificultades que han tenido en el pasado extranjeros cuando quisieron comprar Mountain Pass. El yacimiento se cerró en 2002 porque no podía competir frente a la producción china y por motivos medioambientales. Tres años después, Cnooc –la compañía petrolera china- trató de comprar la mina como parte de una oferta mayor por la petrolera Unocal. Pero el Congreso bloqueó la transacción.
Al final Chevron compró Unocal y, al menos, hubo dos ofertas posteriores de compañías chinas para adquirir el yacimiento de tierras raras, las que fueron rechazadas.
Obviamente, el peso de ser empresas chinas, país que ya tiene la supremacía de la oferta mundial de tierras raras debe haber sido la principal objeción para autorizar una eventual transacción, pero hay precedentes de que la política, la seguridad y los negocios en este caso se mezclan.
En 2008, Molycorp fue comprada por un grupo de firmas de inversión privadas. Entre ellas estuvo Goldman Sachs que vendió su participación dos años después.