- El equipo por fin encontró público para su contenido y ahora debe mantenerlo, pero a un costo difícil de solventar.
- Entre marzo de 2014 y marzo de 2015, la planilla de Canal 13 y su subsidiaria disminuyó en 134 personas llegando a 1.177 personas.
- El costo de producir programas y, en menor medida, de comprar películas y series subió 23% al primer trimestre de este año respecto a igual período de 2014.
Publicado por La Segunda, viernes 10 de julio de 2015.
El problema de Canal 13 a marzo de este año es que le entraba menos plata de lo que gastaba. Tanto así que debió ocupar las líneas de crédito para pagar sus obligaciones diarias y prácticamente las dejó copadas.
Ahora que rompió récords de rating, catapultado fundamentalmente por la Copa América y The Voice, habrá que ver si la nueva audiencia se traduce en mayores ingresos, pero eso recién se verificará en los resultados a septiembre.
No hay forma de saber qué ha sucedido de marzo a esta parte porque el canal está limitado por la ley de sociedades anónimas en cuanto a la información que puede entregar al mercado. Por tanto, lo que se tiene son los estados financieros al primer trimestre que entrega a la SVS y el análisis que de allí sale no es bueno.
La banca le tenía pre-aprobadas líneas de crédito por $13.000 millones (US$ 20,7 millones) y a marzo estaban consumidas $11.288 millones (US$ 18 millones). Tres meses antes, había terminado el año con este ítem en un nivel bastante más bajo, en $7.101 millones.
Prácticamente la totalidad de los pasivos que vencían antes del año con las entidades bancarias obedecía a estas líneas de crédito a una tasa nominal que variaba entre 0,39% y 0,70% mensual, dependiendo de la institución.
Algunos aluden a que parte de este salto en el uso de las líneas se debe a que por razones estratégicas una serie de inversiones -como renovación de equipo y construcciones- se financiaron por esta vía de corto plazo durante 2014 y este año.
En todo caso, la deuda financiera total ascendía a US$ 131,9 millones, de los cuales US$ 64,2 millones correspondía a la banca.
Costos desalineados
¿Qué le sucedió en el primer trimestre? Sus ingresos cayeron 8,3% frente a igual período de 2014, al enterar los $ 13.849 millones (US$ 22,10 millones), pero sus costos se dispararon. Los costos por venta aumentaron 30,5% y los gastos de administración se elevaron otro 15,3%. Todo ello llevó a una pérdida de $ 3.907 millones (US$ 6,2 millones) . Un fenómeno que ya se había vivido en 2014 en forma más moderada cuando arrojó números negativos por US$ 32,8 millones.
Uno de los mayores problemas está en el costo de los programas producidos y en menor medida en la compra de películas y series, que al primer trimestre ascendió a $ 14.628 millones (US$ 23,3 millones) que representó un alza de 23% en doce meses.
En este resultado habría influido la producción de programas más caros como MasterChef y Vértigo y otros que se produjeron, pero que no se exhibieron.
Y es que el dilema que enfrenta Canal 13 y otros medios tiene que ver con el costo de contar con programas de alto impacto, que generan rating, pero sus ganancias no son tantas. Un capítulo del programa The Voice cuesta más de $ 100 millones, lo que hace muy difícil su financiamiento en una primera temporada. Sin embargo, crea audiencia que sirve para alimentar a los programas que vienen y miles de visitas on line. “Se está comprando audiencia, no vendiendo audiencia”, sostiene una fuente.
Un segundo punto son los gastos y beneficios al personal, las cuales se incrementaron 17% al comparar el primer trimestre de este año contra igual período de 2014. Sin embargo, en los doce meses que pasaron entre marzo y marzo, la planilla disminuyó en 134 personas llegando a totalizar 1.177 personas y una explicación que se ha dado es que en los mayores gastos están incorporadas las indemnizaciones.
A grosso modo, Canal 13 y su subsidiaria destinaron al ítem remuneraciones $ 7.868 millones en los tres primeros meses, que se divide en una plantilla compuesta por 14 gerentes y ejecutivos principales, 814 profesionales y técnicos y 349 trabajadores. Fuentes informadas indican que el costo empresa del rol general estaría en torno a $1,2 millón.
Los nuevos proyectos que han echado a andar, como T13 Radio, dan muestras de un manejo de personal que es bien mirado por los controladores que observan un mejor uso de los tiempos muertos de los rostros más reconocidos del canal al tenerlos tanto en pantalla como en radio o internet.
La estabilidad del liderazgo
Lograr un equipo estable es quizás una condición a alcanzar tanto a nivel de dirección ejecutiva como de directorio. Desde la muerte de Eleodoro Rodríguez en 1998, el liderazgo del canal ha estado en un cuestionamiento más o menos continuo y por él han pasado: Rodrigo Jordán, Jaime Bellolio, Enrique García, Eliana Rozas, Mercedes Ducci, Marcelo Von Chrismar, David Belmar, Rodrigo Terré, Luis Hernán Browne y Cristián Bofill, quien fue nombrado en septiembre del año pasado. A contar de noviembre de 2010 han habido 4 directores ejecutivos, siendo 2014 un año complicado con tres cambios de cabeza.
Por otra parte, el directorio también ha sufrido vaivenes. La última modificación relevante fue que a partir de abril ya no está formado por 11 miembros, sino que sólo por siete, quedando presidido por René Cortázar. (presidente), Silvia Pellegrini, Rodrigo Swett, Rodrigo Terré, Marcelo Von Chrismar, Carolina García de la Huerta y Patricio Donoso. Salieron en abril pasado, Martín Rodríguez (hombre de Quiñenco), Rodrigo Alvarez Zenteno (ex ministro de Piñera y ex diputado UDI), Alejandro Jadresic (ex ministro de Frei y economista), Rodrigo Jordán (ex director ejecutivo de Canal 13 y presidente de Vertical), y Fabio Valdés (cercano a Piñera y director de empresas).
“El principal costo asociado a un cambio es que cada ejecutivo llega con una idea nueva y cada idea nueva cuesta cara”, afirma un ex funcionario. En tanto que otro señala que con esa rotación es difícil que la empresa encuentre el rumbo. “Ojalá se logre la consistencia”, apunta.
El autogol de Luksic y Heller
Los costos de la industria se dispararon por motivos que no responden a la generación de ingresos del sector, sino que al arribo de dos empresarios que decidieron apostar fuerte para desbancar a la competencia.
Cuando Andrónico Luksic ingresó a la propiedad de Canal 13 con el 67%, quedándose la UC con el 33% restante, levantó a gran parte de la plana ejecutiva de TVN. Algo similar hizo Carlos Heller que capturó al área dramática de TVN, comenzando por María Eugenia Rencoret, y además contrató a Patricio Hernández quien abandonó la Dirección de Programación de Canal 13 con un grupo relevante de profesionales.
Todos saben, sin embargo, que los dos canales enfrentan el mismo dilema: los costos no permiten años de vacas flacas.
A marzo, Canal 13 terminó con un rating promedio de 5,91%, según TimeIbope y reproducido en su análisis razonado. A junio logró empatar la sintonía de Mega en 8,8 puntos promedio, gracias a que aquilató la audiencia de Copa América y The Voice, lo que llena de esperanzas a las autoridades del canal de que nuevos tiempos se avecinan.
“Aquí nadie quiere darse por enterado de que los ingresos tienen que subir y no lo hacen por el poder de negociación de las grandes marcas en pocas manos. Cuando Cencosud o Falabella, por nombrar sólo un par que acaparan las tandas comerciales de los fines de semana, negocian por sus marcas de supermercados, grandes tiendas, tiendas del hogar e instrumentos financieros, tienen una capacidad de bajar precios incuestionable”, señala un conocedor de la industria. Además, esas grandes marcas deben distribuir su presupuesto en una multiplicidad de medios para capturar a una audiencia cada vez más fragmentada.
Aunque tampoco hay que desmerecer el aliciente en la baja de precios que representa la competencia de cuatro canales consolidados: Mega, Canal 13, Chilevisión y TVN, que marca una gran diferencia respecto a décadas anteriores.
Mucho tráfico al infinito, ojalá con retorno
Este trimestre, Canal 13 se embarcó en un nuevo proyecto T13 Radio. A inicios de año lanzó su nuevo sitio en internet T13.cl que se sumó a 13.cl. De esta forma, pretende consolidar una plataforma multimedia que aporte contenidos, genere tráfico y gane influencia. Una fórmula que implica mucho ensayo y error porque nadie tiene la pócima del éxito.
“Hay que saber darle tiempo a los proyectos que primero deben sortear un período de resistencia y luego, ganar espacio sobre la base de la consistencia”, indica un experto.
La estrategia de transformarse en una plataforma multimedios –canal abierta, TV cable, radios e internet- ha sido asumida por los grandes grupos de comunicaciones del mundo. El dolor de cabeza que muchos sufren es de qué manera se rentabiliza ese mayor tráfico generado. Lo mismo le sucede a Canal 13 con su récord de 8,5 millones de visitas únicas que logró T13.cl y 13.cl gracias a la Copa América, The Voice y a su departamento de prensa.
Otro problema que afrontan los canales chilenos es que cada vez más sus programas se ven on-line. Quinientas mil personas veían la teleserie del Mega, “Pitucas sin Lucas”, a través de internet, pero ese tráfico no generó mayores ingresos para el canal ni engrosó la audiencia medida, grafica un conocedor. Se perdió.
Es distinto el caso de un Netflix, que a partir de la selección que hace el usuario, es capaz de hacerle ofertas que corresponda a su perfil de intereses tanto así que el cliente paga una suscripción por ello.
“El retail ya hizo la pega de monetarizar el on line. En cambio, Los canales no se han dedicado a entender y registrar las audiencias”, dice otro experto. Sin embargo, en Canal 13 hay algunas señales en este sentido. Las tandas comerciales de sus programas son distintas para la TV abierta que para internet y eso tiene el objetivo de darle valor al on line.
Esto tiene sentido a la luz de una encuesta de la firma Bain & Company a 600 grandes avisadores estadounidenses, la que indica que sólo el 50% coloca a la TV abierta dentro de sus 5 principales canales de publicidad para los próximos 3 ejercicios. Hoy un 57% la sitúa entre sus preferidos. ¿Quiénes suben? Los medios digitales porque les permiten llegar a consumidores objetivos, medir retorno de la inversión y enganchar audiencia.
Los otros costos ocultos para Luksic
Pero hay un costo que no está reflejado en los balances de Canal 13 y que llevan a Andrónico Luksic a estar expuesto a la crítica de la opinión pública. No sólo por el hecho de ser el controlador de un medio de comunicación, sino porque se transforma en blanco cada vez que se quieren tomar represalias por contenidos propios del canal.
Dos altos ejecutivos de canales sostuvieron que cada vez que Yerko Puchento a través del programa Vértigo se reía de la competencia, la mayor parte de las veces ésta se cuidaba de no atacar al humorista directamente, pero había libertad para tocar cualquier tema que surgiera de la coyuntura y que afectara al grupo Luksic.
Y temas hubo varios este año: el Caso Caval, la orden de demolición del dique del Mauro, el conflicto con Glencore y las acusaciones de contaminación en Antofagasta.
Si los números rojos se condimentan con la percepción de que tener un medio de comunicación le causa más problemas que beneficios y se revisa lo que el grupo Luksic ha hecho con otras compañías, esta situación –al menos- les debería incomodar. Este año vendieron la sanitaria Aguas de Antofagasta, pese a que era un buen negocio, porque al tener intereses mineros en la zona los exponía a una fuerte desconfianza por parte de la población. En 2014 se asociaron con la naviera Hapag-Lloyd en Vapores al no poder dar con la hebra del negocio por sí solos. Tras años de malos resultados, modificaron completamente el modelo de negocios de Madeco y la transformaron en una elaboradora de envases plásticos.
Canal 13 no ha perdido dinero siempre. Ganó tanto en 2012 como en 2013 y perdió a partir de 2014 hasta marzo de 2015. Entre suma y resta, el medio le ha significado una pérdida después de impuestos de $8.883 millones, que para el monto total de la fortuna de Andrónico Luksic es irrelevante, pero a nadie le gusta este estado de cosas.
Su otro socio, la Universidad Católica, necesita que el negocio rente. A diferencia de Luksic, no tiene los ingresos para sostener este nivel de pérdidas. Y si bien entre ambos no habría habido ninguna conversación seria en torno a qué sucederá en 2017 cuando existe la posibilidad de compra o venta por cualquiera de los dos, siempre está en el aire ese tema.
Sobre todo porque ha habido interesados por Canal 13. Antena 3 y Liberty se han acercado y el encargado de llevar ese tipo de negociaciones es Andrónico Luksic, el mismo que a través de fuentes autorizadas mandó el martes el recado de que no tiene interés alguno en vender el medio de comunicación, según reprodujo El Mostrador Mercados . Saliendo al paso así a las declaraciones de José Creuheras, presidente del grupo Planeta y controlador de la hispana Antena 3, quien señaló a DF que estaba interesado en crecer en Chile y que “mi obligación es tener conversaciones” refiriéndose a Canal 13.
Si el canal no se vende, el trabajo se concentrará puertas adentro en orden a mejorar sus ingresos y bajar sus costos, sin echar a perder el buen ánimo que han logrado gracias a la onda positiva que les trajo la Copa América y The Voice.