- “Un liderazgo como el de Larraín Matte no podría haber surgido sin los episodios de colusión que vimos”, afirma Pamela Leonard, de Hill+Knowlton.
Publicado por La Segunda, viernes 5 de mayo de 2017
Foto superior: La Segunda
“Esta es la primera campaña de la Sofofa en que no sólo los candidatos deben convencer a los asociados, sino que necesitan conquistar el voto de la ciudadanía para reconquistar el orgullo. Me preocupa que en este estado de taimadura que viven muchos empresarios, les resulte difícil darse cuenta del valor que tiene el tomar nuevos acuerdos con la ciudadanía”, señala Pamela Leonard, gerente general de Hill+Knowlton Strategies cuando se refiere a la elección de presidente que ese gremio vivirá el 31 de mayo y que enfrenta a Bernardo Larraín Matte, ex presidente de Colbún, y a Rodrigo Álvarez, presidente de la asociación de bebidas y alimentos AB Chile.
-¿La candidatura de Bernardo Larraín a la Sofofa implica que los empresarios están buscando un cambio de liderazgo?
– Creo que sí. Su estilo es cercano, humano y tiene cierta humildad para escuchar, aunque llega de manera tardía. Desde hace siete años escuchamos que Chile cambió, de que hay una vuelta al origen y a lo doméstico, por lo que todos los atributos que nos hicieron sentir exitosos en los 90 y que tuvieron que ver con los alcances, los tamaños o los impactos, ya no valen. El reinado de los cuántos se terminó y ahora rigen los cómo que tienen que ver con la manera en que los seres humanos nos vinculamos.
-Este cambio de tipo de liderazgo es reciente. La lista de Andrés Navarro que apelaba a la renovación hace dos años, fue prácticamente barrida. Alfonso Swett logró ser reelegido y Bernardo Larraín obtuvo un cupo por tómbola.
-Su despertar se produjo en los últimos doce meses. Hubo un cuestionamiento interno que hizo perder legitimidad a este gran acuerdo que era la defensa colegiada.
-Los controladores también comenzaron a quitarle valor a las compañías. Por ejemplo, la acción de SQM cayó en picada hasta que Julio Ponce se retiró del día a día de la empresa.
-Después del escándalo de Enron (2008), eso es evidente a nivel global. Las compañías con buena reputación tienen líderes que encarnan la cadena de valor de las empresas, tienen voz propia y encarnan. Veamos lo que pasó con Volkswagen, cuyo CEO salió a hablar rápidamente y a mantener un canal abierto con el afectado. Es una manera de decir yo estoy en control de esta compañía y no me escondo detrás de los ejecutivos. Ya no es posible decir “no me enteré”. Esto va mucho más allá de los marcos regulatorios.
-¿Habría sido posible el surgimiento de Bernardo, sin la caída de su tío, Eliodoro Matte, por el caso de colusión?
-No lo sé, pero un liderazgo como ese no podría haber surgido sin los episodios de colusión que vimos. La promesa de valor que están haciendo estos liderazgos es enorme y juegan en ello su credibilidad, que sólo se puede sostener en el tiempo si hay hechos que lo soporten. Una cosa son las declaraciones y otra son las acciones que se emprendan cuando las cosas se pongan difíciles y halla que ser valientes.
-¿Cuáles son los compromisos que están tomando?
-Si son consecuentes con lo que han declarado, debiera haber castigo a los que tienen malas prácticas, oportunidades para los que hacen las cosas bien, visibilidad para las empresas que se esfuerzan, autorregulación más allá de lo que el gobierno impulse y fijación de estándares que superen lo que los mismos consumidores están demandando. Eso es liderazgo.
Álvarez es más un vocero que un líder
-¿Qué va a hacer Bernardo cuando se distribuyan los $7.000 de compensación a cada consumidor por la colusión del confort?
-Lo primero que tiene que entender es que los $7.000 serán percibidos como nada. Eso ya está cantado. Objetivamente este proceso que ha llevado a cabo CMPC, las organizaciones de consumidores y el gobierno, no tiene legitimidad.
-CMPC depositó los US$ 150 millones y puede pensar que lo que suceda ahora ya no es su problema.
-Lo mismo hizo Farmacias Ahumada cuando el Sernac le instruyó devolver dinero a sus clientes y hasta el día de hoy le pesa.
-¿Alvarez es más de lo mismo?
– Es un muy buen comunicador, simpático y creíble, pero los cargos o roles que ha cumplido, no le ayudan. Es más un vocero que un líder y aquí lo que se necesita es un líder porque debe ser opinante y fijar posición.
-¿El presidente de la CPC, Alfredo Moreno, es parecido a Alvarez?
-Ha tenido sus luces, pero en general actúa representando a los gremios como defensores de la actividad empresarial más que como articuladores de un nuevo acuerdo.
-Por ejemplo, ante el programa de Sebastián Piñera, Moreno apoyó la baja de impuestos.
-El debería haber dicho que es un tema a conversar. Hay un grupo no menor que son las Pymes que pueden tener una posición distinta.
-¿Qué echas de menos?
-Echo de menos un liderazgo de a pie, como el de Ernesto Ayala (fallecido presidente de CMPC y de la Sofofa). El no administraba su empresa viendo los reportes de indicadores de gestión, sino que se aseguraba de que las cosas estaban pasando como le decían, yendo a las fábricas diariamente, conversando con sus trabajadores, y sentándose con las familias de éstos. A él no le contaban, él vivía la empresa.
“A este país le gusta reírse y Luksic ha ocupado el sentido del humor”
Hace dos años la revista Fortune cambió el enfoque de su ranking, ahora destaca las quinientas empresas que están cambiando el mundo. “En la editorial de septiembre del 2015 dijo a sus lectores que esto lo hacían no porque fueran buenos, sino porque era y es la única manera de que el capitalismo sobreviva”, agrega Pamela Leonard.
-Eso se ve poco acá.
– Si bien la Bolsa de Comercio de Santiago incluyó la reputación corporativa como un intangible a valorar en 2012, todavía no existen indicadores que permitan medirla. A nivel internacional se sostiene que el 80% del valor de una compañía está dado por estos intangibles y el valor de marca.
En Chile no está muy estudiado, por ejemplo, cuánto del valor de Censosud se debe a Horst Paulmann. Uno puede intuir que los votos de confianza y credibilidad de Andrónico Luksic subieron tras su estrategia de inserción en las redes sociales, pero cuánto no se sabe.
– Dudo que un asesor de comunicaciones hubiera aconsejado a Luksic meterse en Twitter.
-No lo sé. Cuando viene el cambio en la pirámide de poder, todas nuestras recetas de cocina quedaron antiguas. Entonces, hay mucho ensayo y error en torno a esto. Llevas años sin conversar y los empresarios se transformaron en un mito que llega incluso a la caricatura de pensar que detrás de las corporaciones hay un pinky cerebro que busca hacer el mal. Quizás también los empresarios pensaron arrogantemente de que se cumplirúa el “por sus obras los conocerás”.
– Las obras dejaron de ser muy loables para la gente.
-Las obras no tienen valor porque el mundo privilegia el almacén por sobre la cadena de supermercados, o la ropa usada sobre la multitienda. En definitiva, cuando la valoración de lo pequeño y cercano es tan grande, las obras gigantes sólo generan desconfianza.
-¿Qué valor le asignas a Luksic haciendo calle?
– Creo que la estrategia es correcta, pero la forma a ratos ha sido un poco burda. Dicho eso, a este país le gusta reírse y él ha ocupado el sentido del humor. Salió de la lógica del empresario enojado que mostró en el video a alguien que se toma las cosas con humor. El ha construido cercanía y eso restituye la confianza.
¿Quién es?
Pamela Leonard es la gerente general de Hill+Knowlton Strategies. Licenciada en Comunicación y Periodismo de la Universidad Andrés Bello, supervisa los programas de comunicación de Nestlé, Diageo, P&G, McDonalds y Coca-Cola, entre otros.
Desde 2002, H+K entrega un Ranking de Reputación Corporativa (RRC), junto a la empresa de investigación de mercado GfK Adimark.