- Dominique Rosenberg comenzó con una empresa de SPA, luego se amplió a la distribución de productos de belleza y finalmente, creó DBS Beauty Store.
- El crecimiento de las fue explosivo y el formato llamó la atención de otros actores del retail. En noviembre vendió el 70% de su sociedad a Empresas SB.
Dominique Rosenberg habla rápido, como hablan hoy las mujeres jóvenes. Ella tiene apenas 32 años y en cuatro años montó una cadena de tiendas de cosméticos –DBS Beauty Store- de precio accesible que hoy cuenta con 30 locales, la mayor parte de los cuales se ubican en centros comerciales.
Este lunes 23 se cumplen los 60 días que la Fiscalía Nacional Económica se da de plazo para pronunciarse sobre la viabilidad de la operación que Rosenberg negoció durante casi un año y medio con la controladora de Salcobrand y Preunic. Empresas SB acordó en noviembre comprar el 70% de Empresas DBS, matriz que esta empresaria tiene en partes iguales con su marido, Jaco Leopold.
Publicado por La Segunda, viernes 20 de febrero de 2015, pág. 22.
“La Fiscalía aprobó la operación de PreUnic con Salcobrand. Nosotros somos bastante más pequeños que esa cadena. No existimos al lado de PreUnic, pero lo hicimos por un tema de formalidad y de hacer las cosas bien”, explica.
-¿Cómo se inicia la idea de vender este negocio?
-La empresa comenzó a crecer y a causar ruido. En los últimos tres años tuvimos los saltos más explosivos. Crecimos a tasas de 35% anual tanto en ventas como en personal. Nos empezaron a mirar y también a tocar la puerta. Nuestra primera reacción fue de rechazo porque no estábamos preparados. La empresa partió recién en 2005…
-Pero la puesta en escena pública con DBS Beauty Store fue hace menos.
-Hace cuatro años y nos empezaron a tocar la puerta hace dos años y medio. Nuestra primera reacción fue de rechazo, pero después nos dimos cuenta que si le interesábamos a empresas grandes, e incluso a extranjeras, era por algo y había que escucharlas. Nos demoramos un año y medio en elegir el mejor socio y el resultado fue Salcobrand.
– ¿Con cuántas empresas ustedes estuvieron conversando?
-Seriamente hablamos con cinco, entre las cuales había extranjeras (cuyos nombres son confidenciales). Les interesaba el formato de las tiendas DBS porque son locales de cosméticos semi-selectivos, no somos un PreUnic ni un Mac, pero llegamos a un público más joven que busca muchas alternativas de productos de belleza, donde las personas pueden tocar, probar y oler nuestros productos. Ese nicho y formato no existía antes.
-¿Muy parecido a Kiko en Europa?
-Así es. También a Sephora, a Kiko, a Ulta… hay muchas marcas afuera. Chile estaba muy atrasado.
-¿Cuál es la fórmula de la operación?
-Empresas SB compró el 70% de Empresas DBS y, a su vez, DBS adquirió el 100% de MakeUp (tiendas de cosméticos de Empresas SB). Por Tanto, Empresas SB es dueña del 70% de Empresas DBS más MakeUp y mi marido y yo somos los dueños del 30% de DBS más MakeUp.
-¿Qué facturación es mayor, la de MakeUp o de DBS?
-En términos de facturación, DBS es tres veces y media más grande que MakeUp, pero esta marca va en franco crecimiento.
-¿Esta es la marca que PreUnic desarrolló para un público más premium?
-Sí, pero es de estrato más bajo que DBS porque sus locales se ubican en la zona poniente. En ese sentido, los dos formatos conviven perfectamente y no le vamos a cambiar la identidad a MakeUp.
-¿SalcoBrand también está adquiriendo el negocio de distribución?
-También. DBS tiene DBS Beauty Supply que es el abastecimieto a peluquerías, a grandes tiendas y canales de belleza, pero el 90% de la facturación está dado por DBS Beauty Store.
Septiembre, mes clave
-¿En qué minuto se dio cuenta que esta relación podía funcionar?
-La primera empresa con la que hablamos fue Salcobrand hace dos años y medio. En esa ocasión hablé con Roberto Belloni (actual vicepresidente ejecutivo de Empresas SB). A él siempre le gustó DBS, y yo siempre tuve la sensación de que Salcobrand era el adecuado. Pero en esa oportunidad las conversaciones no prosperaron. Luego se volvió a dar el espacio.
-¿Cómo se volvieron a contactar?
-Roberto Belloni nos volvió a llamar. El contacto no se perdió porque somos proveedores. En septiembre nos estrechamos la mano.
-¿Cómo negociaron?
-La negociación como tal la hizo nuestro asesor financiero, PWC. Nosotros estábamos atrás, pero ellos eran la cara visible. Por el otro lado, el grupo tiene una persona interna que se hace cargo de llevar a cabo las conversaciones y que se dedica a la compra y venta de activos del grupo, Andrés Irarrázabal. Además, Matías Verdugo (gerente general de Empresas SB) y Roberto Belloni estuvieron muy involucrados. Antes de que la transacción se cerrara, tuvimos una reunión con don Luis Enrique Yarur y don Patricio Abuhabda (accionistas mayoritarios) para conocernos. Ellos podrían no haberse involucrado para nada y fue todo lo contrario. De hecho, todas las semanas nos juntamos con Patricio Abuhabda que ha sido un siete con nosotros.
-¿No le asustó la experiencia de Salcobrand con PreUnic?
-Todo tipo de fusiones entre empresas tan grandes siempre arroja traumas.
-En el fondo, la integración de equipos no funcionó como se esperaba.
-Más que no funcionar, ambas eran empresas muy grandes y de filosofías muy distintas. PreUnic era una empresa familiar (Abuhabda), en cambio Salcobrand se había profesionalizado hacía un tiempo ya, donde los socios no estaban involucrados en el día a día. No fue que los equipos no encajaron, sino que venían con filosofías distintas. Ambas empresas eran muy buenas por separado y con el correr del tiempo se han sabido afiatar muy bien y los resultados del año pasado son muy buenos. De aquí para adelante, se van a ir como avión, aunque no estoy autorizada para dar cifras.
-¿Su marido y usted que ocupan actualmente la gerencia general y gerencia comercial, siguen en la gestión de la empresa?
-Nuestra intención es seguir en este proyecto indefinidamente. Vamos a funcionar como una empresa autónoma y seremos medidos por un directorio y tendremos de jefes a Salcobrand, pero la idea es que no perdamos la flexilidad y la rapidez que tenemos.
-¿Qué le decidió a no vender completamente?
-Nunca nos quisimos ir completamente porque creemos que tenemos mucho que aportar. Esta empresa es como mi hijo. Salcobrand tampoco quería que nos fuéramos porque consideran que le agregamos valor a la compañía.
-Pero es diferente la sensación de llegar a fin de mes y tener que pagar la planilla a que deje de ser su problema.
-Para mí seguirá siendo mi problema.
-¿Cuánto les pagaron?
-Eso no puedo decirlo.
“El robo hormiga no se evita, existe”.
-Ustedes abrirán siete tiendas nuevas este año, ¿han podido negociar mejores tarifas con los malls debido a la apretura económica?
-Todavía nada, todo sigue igual. De hecho, las ventas en enero estuvieron muy buenas y en febrero también.
-¿Eso en cosméticos o en general?
-A nosotros muy bien y a Salco-Preunic también. Uno escucha que la gente está muy asustada, pero conozco empresarios del rubro vestuario que le ha ido muy bien.
-Los cosméticos no bajan en crisis.
-No, no bajan y como nuestros precios son accesibles, nos prefieren. Nosotros apuntamos a que la gente pueda pagar menos y obtener mucho más en las tiendas. Esa es nuestra apuesta.
-¿Cómo evita el robo hormiga en sus locales?
-No se evita, existe. Y es muy grande.
-¿Tienen una estimación?
-Es difícil de calcular, debe ser un 7% de la mercadería. Pero parte del éxito de nuestro negocio es tener abierto al público todos los productos y es la esencia de éste.
-¿Qué hacen cuando detectan a alguien robando?
-Somos de las pocas tiendas que tenemos guardias en los centros comerciales. El guardia no puede hacer nada, es disuasivo, lo que hace es apretar el botón de pánico para que lleguen todos los guardias del mall y llamar a los carabineros. Pero estamos en un país donde a la gente no le hacen nada.
-¿Pero cuando es una niñita del colegio?
-En general, el guardia para a la persona, le ordena que saque las cosas de la cartera y cuando lo hace, se puede ir. Eso es todo.
-¿Si no quiere?
-Se llama a los otros guardias y la salen persiguiendo. Imagínese que ayer en Buenaventura, tres niños de 11 años le pegaron al guardia porque los pilló robando. Es terrible lo que sucede.