El escándalo del litio que enloda a Solminihac

Tras el sunami que ha significado la “arista SQM”, no muchos repararon que el nombramiento de Patricio de Solminihac Tampier quizás no era el más adecuado para ocupar la gerencia general de la compañía, en reemplazo del histórico Patricio Contesse.

Sin embargo, en Icare sí fue motivo de comentarios que la nueva cabeza de SQM había estado directamente involucrado en el escándalo del litio en septiembre de 2012. En esa fecha, la firma de Julio Ponce Lerou se adjudicó la licitación de 100 mil toneladas de litio por 20 años. Sin embargo, una serie de inconsistencias salieron a la luz pública y el entonces subsecretario de minería, Pablo Wagner, el mismo que había sido el responsable de llevar a cabo el concurso, tuvo que invalidarlo. Esto le costó el puesto a él y a la jefa de la División Jurídica de esa cartera, Jimena Bronfman. Se abrió una investigación judicial a cargo de la Fiscalía Centro Norte por falsificación de instrumento público y perjurio en contra de SQM y los dos ejecutivos que la representaron en la subasta pública: Ricardo Ramos y Patricio de Solminihac, subgerente de la firma y hermano del ministro de minería de la época, Hernán de Solminihac.

En el marco de esa investigación, en diciembre pasado, el jefe de la Unidad de Delitos de Alta Complejidad de la Fiscalía Centro Norte, José Morales, pidió al ex subsecretario de Minería levantar el secreto bancario sobre sus productos financieros, informó The Clinic.

La diligencia encargada por Morales se daba en paralelo a la investigación que llevaba en contra de Wagner su colega del Ministerio Público Oriente, Carlos Gajardo, por el Pentagate.  Entre las acusaciones que enfrenta Wagner se encuentra la de cohecho que deriva del hecho que recibía $3 millones mensuales de Empresas Penta mientras ejercía como subsecretario.

Durante la investigación del fiscal Gajardo, apareció una boleta que emitió la cuñada de Pablo Wagner, María Carolina de la Cerda, en 2009 a SQM que estaban vinculadas a la campaña de Joaquín Lavín. Ese fue el comienzo de la madeja que vinculaba a la salitrera con el financiamiento de la política. Lo que no logró el escándalo Cascada, sí lo pudo hacer lo que se inició con una boleta: que tres directores representantes de la candiense Potash renunciaran porque en palabras de uno de ellos, José María Eyzaguirre: “no están dadas hoy en Chile las condiciones para que la compañía haga lo que tiene que hacer”.

Actualmente, Pablo Wagner se encuentra en prisión preventiva imputado por delitos tributario, de cohecho y lavado de activos en el marco del caso Penta.

Desde esta perspectiva, Solminihac podía ser el ejecutivo más experimentado para reemplazar a Contesse, pero no el más impoluto.

Publicado por El Mostrador Mercados, jueves 19 de marzo de 2015.