- El grupo de economistas de Cieplan plantea elevar el impuesto de primera categoría a 25% y obligar a un impuesto único de los dividendos de 15% que es propio de los sistemas desintegrados. Son partidarios de mantener la tasa máxima de los impuestos personales en 40%.
- “Este es mi gobierno y apoyo una reforma tributaria significativa. Hay formas menos costosas para financiar la misma reforma educacional, y el mismo proyecto de futuro”, dijo el técnico socialista.
Publicado por El Mostrador Mercados, miércoles 2 de julio de 2014
Los cinco senadores de la comisión de Hacienda no pudieron aguantar la curiosidad. El ex ministro de Hacienda y ex consejero del Banco Central, Manuel Marfán, había ya hecho toda su presentación y no había dicho nada de la propuesta alternativa al proyecto de Reforma Tributaria que trabaja junto a René Cortázar y José Pablo Arellano. Muy por el contrario, su exposición se centró en el impacto económico que la iniciativa del equipo de Alberto Arenas tendría para las empresas y la economía en general, destacando que los riesgos económicos que conlleva “son significativos”.
Una postura bastante distinta a la expuesta por el ex presidente del Banco Central, José de Gregorio, quien indicó justamente lo contrario. Ambos economistas tampoco estuvieron de acuerdo en la importancia que el sistema tributario tiene para la generación de ahorro, De Gregorio no le dio mayor peso a este argumento, en tanto que Marfán le reconoció un papel relevante, aunque no único.
A juzgar por las señales que ayer dio este técnico socialista, el ex ministro de Hacienda, Alejandro Foxley, quien también forma parte de los miembros fundadores de Cieplan, no estaría en el grupo de trabajo de Marfán. Al menos, no fue nombrado por éste cuando debió contestar las preguntas de los parlamentarios, quienes le requirieron que diera algunas luces del proyecto que mantenía en secreto.
De una manera más bien sutil, el senador Andrés Zaldívar le pidió que “insinuara” de qué se trataba la propuesta en que estaban trabajando, en tanto que el senador Ricardo Lagos –quien se declaró amigo de Marfán- le dijo: “necesito luces para saber hacia dónde va este esquema… Se dice que hay un proyecto alternativo y es bueno que se indique aquí de qué se trata”.
No hay que ser muy inteligente para darse cuenta que el secretismo con que Cortázar, Arellano y Marfán han trabajado es más o menos equivalente al del equipo de Hacienda. Los dos primeros han participado en reuniones con parlamentarios DC, pero en ninguna oportunidad se ha entregado minuta alguna de lo expuesto. Marfán es el que se ha mostrado más propenso a hablar en público y la primera vez lo hizo a través del diario El Pulso.
La puesta en escena
Con estos antecedentes se llegó a la sesión de ayer, martes, tanto así que el ex ministro de hacienda, Eduardo Aninat, terminó su alocución diciendo que seguramente Marfán podría dar más luces sobre un proyecto de Reforma Tributaria más eficiente en términos de recaudación.
Sin embargo, Marfán nunca fue al punto. Sólo lo hizo, “presionado” por los senadores quienes entendieron que su propuesta la iba a entregar durante la semana y le solicitaron que les adelantara los principales puntos.
Ante el malentendido, Marfán especificó que lo que iba a entregar en la semana “es un trabajo que demuestra económicamente lo que dije aquí. No hablé de una propuesta alternativa”.
No obstante, tomó viento de cola y “sin querer, queriendo” dio a conocer el motivo de su reserva : “La razón de mi silencio respecto a la presentación es que en materia tributaria solo el ejecutivo tiene la iniciativa. Me parece que es de la discusión de los senadores y del ejecutivo de donde tiene que salir una solución. Cuando ya tiene nombre y apellido, ésta pierde algo de fuerza”.
Sin embargo, a riesgo de que justamente la propuesta termine llamándose la propuesta Marfán, el economista dio varias indicaciones sobre lo que estaba pensando junto a Arellano y Cortázar.
En primer lugar, planteó que el impuesto de primera categoría se debería elevar a 25% porque todavía está en la parte más plana de su impacto y la contrapartida es inversión en capital humano y crecimiento. A esto se sumaría un impuesto único a los dividendos de 15% que es propio de los sistemas desintegrados y mantener la tasa máxima en el 40% actual. Señaló que no veía razón para hacer una redistribución a esa altura de ingresos. “No creo que sea necesario ni conveniente”, dijo.
Al tiempo que se mostró contrario a medidas como la depreciación instantánea porque elimina una fuente de recursos relevantes y, por ende, es muy cara.
Se adentró en el tema de la eliminación del Fondo de Utilidades Tributables (FUT), que en realidad no se termina por completo en el proyecto del ejecutivo porque se reconoce el FUT histórico. Sin embargo, en el sistema planteado por el gobierno se propone que se retiren las utilidades más nuevas de manera que “el FUT histórico queda en el congelador. Me parece que esos impuestos no se pagan y hay que pagar un impuesto adeudado al momento de tributar con una sobretasa”.
Explicó que cuando se hace una reforma tributaria, se está dando señales hacia donde apuntarán las próximas que vendrán. “Uno intuye que la próxima reforma claramente es subir los impuestos a los retiros de las empresas porque en promedio tienen un beneficio en la reinversión”, vaticinó.
Añadió que la propuesta que estudia este grupo de trabajo recauda lo mismo que la propuesta de Hacienda y los contribuyentes son más o menos los mismos, es decir, los de mayores ingresos.
El cedazo de los colega comu…
Manuel Marfán fue explícito al decir que Chile está en un punto de inflexión en su proceso de crecimiento. Hace 25 años sobraba gente desde una perspectiva económica. Chile era un país de emigrantes en busca e oportunidades en otras economías y la tasa de participación laboral femenina era baja. “Esa no es la situación hoy”, afirmó.
“Eso es posible porque el capital que era el factor escaso, creció muy rápido. A lo que se suma que el factor trabajo es más escaso por lo que hoy hay que regalonearlo más porque no es fácil reemplazarlo. En los últimos cinco años, la redistribución del ingreso ha ido mejorando. Eso lo demuestra las Casen”.
Por lo anterior, es en este momento cuando hay que invertir en capital humano para poder mantener el crecimiento.
Momentos antes, había expresado que “este es mi gobierno y apoyo una reforma tributaria significativa. Hay formas menos costosas para financiar la misma reforma educacional, y el mismo proyecto de futuro”.
Por eso, su idea es entregar en los próximos días un informe sobre el riesgo económico –que no es una certeza- de la Reforma Tributaria tal como está planteada.
“Todo este razonamiento en la práctica tiene un lenguaje matemático más complejo y que haré llegar a la comisión para que pase por el cedazo de mis colegas comu… economistas, iba a decir comunistas, pero quiero decir economistas”, dijo.