- Son escasas las declaraciones de este gobierno respecto a metas de creación de plazas de trabajo. Las cifras que el viernes pasado se dieron a conocer dan cuenta que la economía apenas está generando 81 mil en doce meses.
- “Para llegar a 150 mil empleos de calidad, la economía debería crecer en torno a 4,5% o 5%. Eso no será posible el 2014 ni el 2015” , señala Joseph Ramos, profesor de la Universidad de Chile.
- “Las decisiones de contratación están íntimamente ligadas a la inversión y ésta cae de manera estrepitosa”, agrega Angel Cabrera, de Forecast Consultores.
- “Hacienda puede estar trabajando 20 horas diarias, pero el resto del país no”, concluye Ramos.
Publicado por La Segunda, Lunes 1 de septiembre de 2014.
No fue fácil que el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, soltara la cifra de empleo. Le preguntaron no una, sino varias veces durante la primera y segunda sesión de la Comisión de Hacienda del Senado cuando comenzaron a revisar el proyecto de Reforma Tributaria a inicios de junio.
Los senadores José García (RN) y Carlos Bianchi (Independiente) le interrogaron por el impacto que tendría la Reforma Tributaria sobre el empleo. El más punzante fue el senador Juan Antonio Coloma (UDI) que trató de acorralarlo el primer día, pero Arenas se atuvo a decir que “el programa de gobierno de la presidenta Bachelet contempla generar un promedio similar al de los últimos dos o tres años”, según indica el informe oficial de esa Comisión.
Sólo al día siguiente y ante la insistencia de los senadores, el ministro dio a conocer la cifra mágica y así quedó consignado: “En empleo, concretamente, los índices no diferirán mucho de los del Gobierno anterior, 150.000 anuales, ni de los que hubo entre 2006 y mediados de 2008, cuando estalló la crisis económica mundial. La verdadera discusión, en todo caso, debe darse en el campo de la calidad del empleo, y no sólo en el de la cantidad”, le dijo a los senadores.
Tras los resultados de empleo publicados por el INE el viernes pasado, está claro que el equipo económico no alcanzará ninguna de las dos metas: crear 150.000 empleos y que ojalá sean de calidad.
Las declaraciones del actual gobierno sobre creación de empleo son escasas, lo que contrasta con el empecinamiento con que la administración de Piñera seguía estas cifras. “En el gobierno de Piñera se crearon 200.000 empleos anuales. Los dos primeros años se generaron en promedio 260.000 empleos y los dos últimos una media anual en torno a 160 mil”, dice Angel Cabrera, de Forecast Consultores y Asociados.
¿Pero por qué es tan importante la creación de empleos? En primer lugar, porque es más fácil medir empleo que desempleo. En segundo término porque una mayor capacidad para crear puestos de trabajo eleva el producto del país. Y en tercer lugar porque cuando el análisis se centra en la expansión del empleo y no en la trayectoria del desempleo, los resultados son más útiles porque se verifican cuáles son los sectores que están generando empleos, si los puestos son permanentes o temporales, y de jornada completa o parcial. Al menos así lo señala un estudio del FMI titulado “¿Por qué algunos países logran crear más empleos que otros?”, escrito por Pietro Garibaldi y Paolo Mauro.
Más allá de las disquisiciones teóricas, las estadísticas sobre creación de empleos en los países desarrollados son miradas con atención. Quizás los más obsesivos son los estadounidenses. Cualquier hijo de vecino sabe que esa economía debe crear 200 mil plazas al mes. Eso no ocurre en Chile, al menos no en el gobierno de Michelle Bachelet.
El desempleo no crece, pero…
Si se quiere ver el vaso medio lleno se puede decir que el desempleo se mantuvo en 6,5% en julio, la misma cifra que se verificó un mes antes. Sin embargo, lo que preocupa al profesor Joseph Ramos, de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile, es que si en junio se creaban 101 mil empleos en doce meses, en julio apenas se generaron 81 mil empleos y hace un año y medio se expandían entre 130 mil y 150 mil al año. “Un cuarto de éstos son asalariados. Las empresas están contratando apenas 20 mil personas nuevas , o sea, 0,4% más que hace un año. Como la gente no encuentra trabajo en las empresas, se emplea a sí misma por necesidad y no por oportunidad”, agrega.
Lo más probable es que el trabajo por cuenta propia que explica la mayor parte de los nuevos empleos sean de peor calidad, pues se trata de puestos de tiempo parcial, semi-formales o derechamente informales. “Lo que uno intuye es que usaron la indemnización y armaron un negocio o se compraron un taxi…, cosas de ese estilo. Además, las remuneraciones reales también se desaceleraron respecto de 2013 cuando crecían en torno a 4%, a junio de este año seguían aumentando, pero a un ritmo de 1,8%”, explica Cabrera.
Si realmente se quiere cumplir con la premisa de la calidad, por lo menos un 70% de los nuevos empleos deberían ser asalariados.
Hay otras cifras que también indican signos preocupantes. Fuentes de la industria de pensiones apuntan a las cotizaciones. Si éstas aumentaban en torno a 4% durante el primer semestre de 2013, durante los primeros seis meses del año bajaron el ritmo a 2%.
¿Qué viene a futuro? Nada muy bueno. En el mejor de los casos, dice Joseph Ramos, la creación de empleos podría dejar de deteriorarse, pero “para llegar a 150 mil empleos de calidad debería la economía crecer en torno a 4,5% o 5%. Eso no será posible el 2014 ni el 2015”.
Angel Cabrera afirma que es “extremadamente improbable” que se logre revertir la tendencia porque “las decisiones de contratación están ligadas a la inversión y ésta cae de manera estrepitosa. La confianza empresarial se ha desplomado en los últimos 12 meses a niveles de 2009 cuando se estaba en plena recesión mundial”, añade.
Por eso, Ramos señala que el gobierno debe enfocarse a ejecutar el presupuesto, pues esos dineros ya están aprobados y listos para gastar. “Yo doblaría el número de personas o el número de horas que trabajan en Contraloría, en OO.PP., y en Medio Ambiente para que destraben los proyectos. Esos proyectos no están detenidos por la Reforma Tributaria, sino porque el aparato estatal no les otorga los permisos correspondientes ni tampoco los rechaza. Hacienda puede estar trabajando 20 horas diarias, pero el resto del país no”.