IB Times publicó ayer un interesante artículo sobre la expansión de China en Africa a partir de las declaraciones de la investigadora y activista Jane Goodall, quien ha vivido gran parte de su vida en este continente.
“En Africa, China está haciendo lo que todos los colonizadores hacen. Ellos quieren recursos naturales para su crecimiento económico, tal como lo hicieron los otros colonialistas, y luego dejan más pobre a la gente”, declaró en una entrevista a AFP en Johannesburgo.
Entre 2000 y 2011 China gastó más de US$ 73 billones en inversiones en recursos naturales, minería, petróleo y otros proyectos en Africa, de acuerdo a las estadísticas del Aid Data y del Center for Global Development, compiladas por AFP.
Muchos de los proyectos están relacionados con petróleo. Por ejemplo, US$ 5,3 billones se destinó a un proyecto en Nigeria que tiene que ver con infraestructura a cambio de derechos de compra preferenciales de crudo; o US$ 4,4 billones gastados en Mauritania para la exploración de petróleo, minas de hierro y caminos.
Goodall quien hoy tiene 80 años, se aventuró en Africa por primera vez en 1950. Ella comenzó a trabajar con el antrópologo Louis Leakey y juntos estudiaron los chimpancés en Tanzania.
El año pasado, la inversión directa china en Tanzania llegó a un tope de US$ 1,5 billones de acuerdo a China Global Investment Tracker, que usa información recogida por Heritage Foundation. La mayoría de los proyectos se vinculan a energía, o sea, petróleo.
Las historias son similares en los distintos países, pero algunos de ellos tienen ciertas reticencias similares a las de Goodall. Zambia vio que China invirtió US$ 4 billones el año pasado (US$ 1,6 billones en minería). Pero los funcionarios de gobierno miran con recelo las prácticas corporativas de las compañías extranjeras.
En diciembre, la Agencia Medioambiental de Zambia suspendió la licencia de la Corporación Minera No Ferrosa China cuando estaba en medio de un proyecto por US$ 832 millones. Ellos alegaron que la compañía no cumplió algunas condiciones del contrato como la creación de un sistema de resolución de conflictos con los actores locales.
Pero no sólo el negocio legal enoja a Goodall. Ella dijo a AFP que los chinos apoyan el creciente comercio ilegal de marfil y de cuernos de rinoceronte. Información reciente de organismos especializados indican 15 mil elefantes fueron muertos por sus colmillos en 27 países africanos en 2012 y la mayor parte del insumo partió a China.
La activista señala que la presión internacional por parte de otros países puede forzar un cambio de actitud y puso como ejemplo la destrucción de toneladas de marfil en Beijing y la prohibición del gobierno de consumir sopa de tiburón.