Esta columna de FT.com trata sobre la honestidad y los negocios. John Kay escribe que cuando se interactúa con una persona que cree que la honestidad es la mejor política, uno no sabe cuándo será la ocasión en la cual la honestidad no sea más su mejor opción. Los banqueros suelen hablar de su propia integridad; el hombre que recurrentemente nos recuerda cuán honesto es, rara vez se gana, o se merece, nuestra confianza. La integridad que valoramos es una característica personal u organizacional, no una estrategia de negocios, dice Kay quien alude al tema a raíz de la toma de control de un banco por parte de hedge funds.