El abogado Patricio Zapata ha sido uno de los principales defensores de la constitucionalidad de la Reforma Tributaria y aunque ha tenido ciertas posiciones críticas, entre sumas y restas, su posición es favorable al proyecto de ley.
Pero no todo es tan claro y refrescante. En la ronda de preguntas, de la audiencia que se llevó a cabo el lunes 9, el senador RN José García Ruminot le preguntó si él era el autor del informe presentado por la Asociación Nacional de Bebidas Refrescantes (Anber). Zapata reconoció la autoría de dicho documento.
La pregunta tenía su razón de ser. Y el lunes recién pasado, Francisco Dihasarri, en representación de Anber, volvió a plantear los argumentos que levantaron Zapata y Germán Concha en dos documentos. El ejecutivo dijo que el impuesto que grava a las bebidas con azúcar “es discriminatorio porque grava sólo un nutriente que es el azúcar. La ley de alimentos indica que hay cuatro nutrientes: grasas saturadas, azúcar, sodio y calorías. Y dentro de ese nutriente, sólo se afecta a una sola categoría: las bebidas azucaradas”, señaló.
Pero una semana antes y frente a la misma audiencia, Patricio Zapata dijo: “yo soy el autor del informe donde dije que había problemas en la forma en que estaba redactado el artículo de las bebidas con azúcar. Ese asunto fue corregido en la Cámara de Diputados” al fijar el porcentaje de azúcar sobre el cual comienza la bebida a ser gravada.
Zapata señaló que la ley no permite discriminar, pero si el legislador entrega los fundamentos para distinguir entre un contribuyente y otro, ello “despeja la arbitrariedad”. Concluyó que la “no arbitrariedad tiene que ver con una argumentación razonable” y, a su juicio, esto ya se habría subsanado en la Cámara Baja.
Sin embargo, sus “antiguos” clientes no creen lo mismo y volvieron a dejar los informes de Zapata y Concha.