“Lo único que quiero es acostarme y que mañana sea otro día. Hay días que son así en el Hospital”, me dice Raimundo Gazitúa ya tarde en la noche.
Hablamos a la mañana siguiente, la mala racha pasó y está nuevamente animoso. Los hospitales públicos están acercándose. Hay muy buenos resultados en el Hospital Clínico Magallanes. Menciona el documental de Michael Jordan. Hay que mantener el foco: “tenemos que producir plasma y sacar adelante el proyecto”. En eso están los once centros de salud que lidera la Fundación Arturo López Pérez (FALP).
“Me gusta la rutina de clínica, pero está difícil.Nuestros pacientes oncológicos hospitalizados han aumentado en un 30%. Están sufriendo más complicaciones de las habituales. Murieron cuatro en una semana. Algunos murieron en sus casas, otros llegaron muy graves, sobretodo los que vinieron referidos de hospitales públicos. No es normal.
El sólo pasar por la UCI te deja hecho bolsa. Los pacientes de covid están casi todos conectados a ventilación mecánica. Uno lo ve en las caras de las personas, en la seriedad, están todos tensos y con el temor de que se muera un paciente o de contagiarse.