Después de cuatro años, Walter Molano vuelve a visitar Chile. El socio y analista principal de BCP Securities todavía es recordado por el enojo que causó en el gobierno de Lagos cuando criticó duramente el gasto fiscal en 2002. Consultado el mismísimo Ricardo Lagos por los dichos del economista, éste contestó: “¿Y quién es Molano?”. Fue su ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, quien tuvo que salir a decir que él respetaba mucho a este doctorado de la Universidad de Duke que suele ubicarse en la lista de economistas latinoamericanos top de Latin Finance desde 1997.
Pero eso ya es historia, lo que acapara la atención de Molano hoy es la situación económica de China que puede llevar a una devaluación del yuan de alrededor de 25% hacia el 2016 debido al sobreendeudamiento, lo que tendrá un impacto severo sobre los commodities. Por eso, en el 18 Congreso del Comité Central del Partido Comunista de China aceptaron abrir la cuenta de capitales, entre varias otras reformas.
Si efectivamente se produce la devaluación de la moneda china, varios países emergentes se verán fuertemente afectados, entre ellos Brasil y Chile.
Durante la conversación que sostuvo hoy con inversionistas privados, indicó que estaba “muy preocupado” por Chile porque lo veía cada vez más dependiente del cobre y de China como socio comercial. Refiriéndose a un nuevo gobierno de Michelle Bachelet, explicó que el inversionista de cartera no está mayormente alarmado porque no se ven cambios legales a la salida de capitales.
Brasil lo mira con poca esperanza, ya que asume que es una economía muy cerrada. Es difícil que este país haga las cosas correctas en pro de los inversionistas extranjeros porque primero va a beneficiar a los locales, concluyó. Y agregó que México es la nueva estrella.
Mientras tanto, las economías emergentes tienen un espacio para la holgura, pues la expansión monetaria se mantendrá por un tiempo ya que la recuperación en Estados Unidos ha sido más lenta de lo que se esperaba. Si bien está claro que la FED pretende reemplazar al QE por otro mecanismo, señaló como probable que adopte un sistema como el inglés donde se deje establecido que no se tocará la tasa por un plazo de dos o tres años y que esta política tendrá una fecha de término por todos conocidas.