- El maestro de Bernanke se perfila como la mano derecha de Yellen en la Reserva Federal.
Publicado por El Confidencial, jueves 12 de diciembre de 2013.
Stanley Fischer. Cuando se pronuncia este nombre, los banqueros centrales de todo el mundo muestran su veneración. Es como su padre, su consejero de confianza; el que siempre tiene la respuesta buscada. Para algunos elegidos, como el actual presidente de la Reserva Federal (Fed), Ben Bernanke, ha sido su maestro, su mentor.
Pues bien, precisamente la marcha de Bernanke, que dejará el cargo el próximo 1 de febrero, puede abrir a Fischer las puertas del banco central estadounidense. Barack Obama ya piensa en él para que sea la mano derecha de la candidata oficial a la presidencia, Janet Yellen.
Fischer, de 70 años de edad, demostró durante los ocho últimos años que lo suyo no es sólo la teoría. Aplicó la práctica como gobernador del Banco de Israel desde 2005, cargo que abandonó a finales de junio de este año. Lo hizo, además, antes de lo que tocaba, puesto que su segundo mandato al frente de la entidad se prolongaba hasta 2015. Pero a comienzos de 2013 manifestó su voluntad de dejarlo por anticipado. Esa renuncia ya disparó las especulaciones. ¿Dejaba Fischer el puesto para postularse como candidato a la presidencia de la Fed?
Esa especulación podría confirmarse parcialmente si, como ha trascendido en la noche del miércoles, Obama le propone para ser el vicepresidente de la Fed, cargo que hasta ahora ocupa Yellen. Si su nominación se concreta, la Fed estará presidida por la persona que ha sido la número 2 de Bernanke desde 2010, como es Yellen, y vicepresidida por el que fue su mentor. Por tanto, la impresión de continuidad que ya generaba la candidatura de Janet Yellen quedaría reforzada por la llegada de Fischer.
Al mismo tiempo, generaría la sensación de que Obama es muy consciente del reto que el banco central afrontará en los próximos años, de ahí que quiera contar con una dupla de garantías al frente de la institución. Tras haber disparado la mayor munición monetaria de la historia para plantar cara a la mayor crisis económica y financiera desde la Gran Depresión, la Fed deberá encontrar el modo de dar marcha atrás a esos estímulos en el momento y al ritmo adecuados para no arruinar la recuperación ni generar nuevas burbujas o desequilibrios. Será, sin duda, uno de los desafíos monetarios más monumentales de siempre. Y parece que Fischer lo quiere vivir en primera persona.