Las relaciones que unen a Jorge Rosenblut, Guido Girardi y al presidente de Enel

  •  El senador PPD, Guido Girardi, se considera uno de los buenos amigos de Jorge Rosenblut, a pesar de que “él es mucho más liberal que yo” y cree que puede encarnar la mirada que Francisco Starace le quiere imprimir a Enersis.

El jueves al mediodía un auto gris plata pasó a buscar al presidente de Endesa, Jorge Rosenblut, a su hotel. El ejecutivo de 62 años estaba intranquilo, pero fiel a su estilo se despidió amablemente del personal.

El desasosiego de Rosenblut se debía a que el diario Pulso había publicado que era el candidato a reemplazar al renunciado Pablo Yrarrázaval en la presidencia de Enersis; y eso lo ponía en el foco de las miradas cuando hasta ese minuto no había sido sujeto de ningún titular, pese a que Enel está en la mira de los inversionistas.

Al otro lado del océano, la eléctrica italiana al mando de Francesco Starace está cumpliendo con precisión la carta Gantt que se trazaron. A mediados de año, anunciaron que simplificarían la estructura organizacional y que confinarían a Endesa España a operar en la península ibérica. En octubre, concretaron la operación que implicó que Enersis y América Latina ya no dependan del control español, sino que pasa a reportar directamente a Roma. Terminada con la formalidad, se iniciaron los cambios de ejecutivos en Chile. Anunciaron la salida de Joaquín Galindo de la gerencia general de Endesa Chile y de Cristián Fierro de la de Chilectra y el ingreso de Walter Moro y Andreas Gebhart, respectivamente. Lo que viene ahora es llenar la presidencia y la gerencia general de Enersis.

La larga espera

Jorge Rosenblut ha esperado largo tiempo la oportunidad de llegar a Enersis. Se desempeñó por casi 10 años como presidente de Chilectra y desde 2009 ocupa ese cargo en Endesa Chile. Pero Yrarrázaval era imposible de destronar bajo el dominio español. Muy amigo de Rafael Miranda, quien durante 23 años llevó a cabo la transformación de Endesa España en la mayor eléctrica ibérica y la condujo a su expansión en América Latina, el ex presidente de la Bolsa de Comercio de Santiago continuó a la cabeza del gobierno corporativo, pese a que Miranda dejó los cargos ejecutivos en 2009 cuando la italiana Enel tomó el poder del holding.

El ejecutivo chileno pasa buena parte del año en Miami, ciudad que usa de base para sus negocios personales a través de Strategies and Business Development, al tiempo que lidera el directorio de Endesa.

La amplitud de sus relaciones le permiten tener llegada al gobierno de Michelle Bachelet, donde es visto por ciertos sectores como una persona llana, inteligente, y mirada transversal, pese a que fue uno de los llamados “tecnócratas” en la época de la administración Frei. En la última gira de la Presidenta a EE.UU. formó parte de la comitiva y la prensa siempre menciona que fue uno de los que tendió lazos con el mundo empresarial para la primera campaña de Bachelet, en 2005.

Esos atributos le hacen ser un buen candidato para enfrentar la nueva etapa de Enersis, pero esa decisión hasta la semana pasada no se había discutido al interior del directorio.

Al menos así lo señaló el director independiente, Rafael Fernández, el jueves en la tarde, quien agregó que fue una sorpresa la renuncia de Yrarrázaval a Enersis. Esta semana habría una sesión extraordinaria de directorio para tratar un “tema puntual” que no tiene que ver con la presidencia del holding, indicó este director.

Amigo de Girardi

El senador PPD, Guido Girardi, se considera uno de los buenos amigos de Rosenblut, a pesar de que “él es mucho más liberal que yo” y que han estado en veredas opuestas en varias ocasiones, como, por ejemplo, cuando se puso sobre la mesa el proyecto Hidroaysén.

Un ex ejecutivo de Enersis señala que Rosenblut también reconoce su amistad con Girardi y con el ex presidente Eduardo Frei, de quien fuera su subsecretario de la Presidencia. “Ambos se tienen gran aprecio”, dice el senador PPD.

El parlamentario afirma que no tiene idea si Rosenblut será el nuevo presidente de Enersis, pero cree que puede encarnar bien la mirada que Francesco Starace, presidente de Enel, le quiere imprimir a la compañía.

La vinculación de Girardi con Starace se hizo pública cuando el italiano visitó en julio a la presidenta Bachelet. “La verdad es que yo iba saliendo de La Moneda, cuando me encontré con él y le acompañé parte del trayecto”, recuerda el político.

“A Starace lo conozco desde hace tiempo y nos une la afición por la astrofísica. El participó en la construcción del centro astronómico Paranal”, señala el senador. Dato que no aparece en ninguna biografía de este italiano de 59 años, que se recibió de ingeniero nuclear en el Politécnico de Milán y que ha pasado por filiales de General Electric, ABB Alstom Powers y arribó a Enel en 2000. Ocho años después fue nombrado presidente de Enel Green Power y en 2010 lo designaron CEO de la misma. Cuando asumió Matteo Renzi la primera magistratura de Italia, éste quiso remecer las empresas estatales, entre ellas a Enel donde el ministerio de Economía tiene cerca del 32% de la propiedad, y nombró a Francesco Starace.

Girardi no escatima alabanzas a la hora de hablar de Starace: “Es un ingeniero del siglo XXI con los ojos puestos en la energía del futuro y una mirada progresista respecto al uso de los recursos. Siempre lo motivé a ver a Chile como un líder mundial en energía renovables y más aún cuando fui presidente del Senado”. Y los adjetivos siguen: “Es cercano, sencillo y trabajador. Su pasión son las energías renovables y no está dispuesto a echar a andar proyectos que van contra las comunidades”.

El haber sido CEO de Enel Green Power, el brazo “verde” de la compañía italiana, inclina a Girardi definitivamente a su favor. Dice incluso que contarán con su voto para cualquier iniciativa de energía renovable que quieran instalar y “si es necesario voy a ir a hablar con las comunidades”. No así para proyectos que vayan contra las normas medioambientales.

El político chileno va un poco más allá cuando vaticina que “todo Endesa y Enersis se van a teñir de verde”. Y si Luigi Ferraris –actual director del holding- termina por ser quien reemplace a Ignacio Antoñanzas en la gerencia general de Enersis, quizás las esperanzas de Girardi no sean infundadas. Ferraris ocupa la presidencia de Enel Green Power y debe en estos años haber generado cierta sensibilidad por las energías renovables, cosa que sus predecesores españoles estaban más lejos de tener.

Un tema que está por verse, ya que los únicos activos que quedaron fuera de la posibilidad de comprar en América Latina cuando se hizo el aumento de capital en Enersis hace dos años, fue justamente el que guardaba relación con las energías renovables, negocio que quedó bajo el paraguas de Enel Green Power y no de Enersis.

 Publicado por La Segunda, lunes 3 de noviembre de 2014, pág. 18.