- “Si la situación empeora y se llega al punto en que (el presidente Xi Jinping) realmente necesita un chivo expiatorio, Li pagará la cuenta”, apunta una fuente.
No sólo los mercados están convulsionados. También lo estaría el Partido Comunista chino. Tanto así que el Financial Times plantea hoy que el primer ministro Li Keqiang está peleando por su futuro político, de acuerdo a fuentes familiarizadas con los líos internos del PC de ese país.
Uno de los tópicos de conversación más recurrentes en Beijing es si el ministro Li tomará la responsabilidad del mal manejo que llevó al crash bursátil y de la desaceleración económica.
“La posición del premier Li se ha vuelto más precaria como resultado de esta crisis”, dijo Willy Lam, un experto en políticas chinas de la Universidad China de Hong Kong. “Si la situación empeora y se llega al punto en que (el presidente Xi Jinping) realmente necesita un chivo expiatorio, Li pagará la cuenta”.
Tanto Li como el vipremier Ma Kai fueron los arquitectos de este desacreditado plan para rescatar a los mercados accionarios chinos de inicios de julio, cuando el gobierno llevó a cabo una serie de medidas sin precedentes que intentaba apuntalar a las bolsas, de acuerdo a fuentes familiarizadas con la materia y citadas por FT.
Las medidas incluyeron desde prohibir las ventas cortas o nuevas ofertas de acciones hasta la compra de US$ 200 billones en acciones por parte de instituciones estatales. Todas ellas fueron medidas de corta vida y no pudo evitar que el índice chino se hundiera 22% en las últimas cuatro sesiones.
A esta altura, el gobierno parece haber abandonado la estrategia de Li de intervenir el mercado bursátil a través de la compra de acciones por parte del aparato estatal.
Aunque la mayor parte de la élite del partido culpa a Li de la debacle, muchos analistas y funcionarios creen que su remoción podría dañar el prestigio del partido por lo que probablemente continuaría en su cargo por un tiempo, al menos hasta el nuevo Congreso partidario que se efectuará en 2017.
Li es considerado como uno de los más débiles primer ministros que ha tenido China en las últimas décadas, debido a que el presidente Xi concentra de manera muy agresiva el poder en sus manos.
Li fue también muy criticado cuando en una entrevista al Financial Times dijo que China no quería devaluar su moneda y poco tiempo después lo hizo. No contento con ello, en medio del paquete de rescate para apuntalar el mercado bursátil, el primer ministro apareció diciendo que la economía estaba en buena forma y su trayectoria era positiva, lo que lo hizo aparecer desconectado de la realidad pues nunca mencionó la crisis de las bolsas.
“Hay rumores constantes de que el premier Li puede ser removido ello se debe en parte a que él toma los trabajos más duros”, explicó Kerry Brown, director del centro de Estudios de China de la Universidad de Sydney. “Sería increíblemente riesgoso reemplazarlo en este punto, pero es posible que ellos encuentren una cara que salve la situación y lo hagan a un lado para el próximo Congreso del 2017”.
Publicado por el Financial Times, martes 25 de agosto de 2015.