- El cuadro se ha ido complicando a lo largo de los años porque no sólo es una institución que pertenece al Gobierno y que cuenta con el respaldo de la República de Chile, sino que debe llegar a los segmentos de más bajos ingresos, ser rentable y transferir cerca de US$ 214 millones anuales al Fisco.
Quienes están a cargo del BancoEstado viven en continuo dilema: el ser medido como si fuera una sociedad anónima, pero con un rol social que cumplir. Esa problemática es la que deberá sortear una vez más el nuevo comité ejecutivo de la entidad formado por Rodrigo Valdés como presidente; Guillermo Larraín, como vicepresidente; y Jessica López en la gerencia general.
Publicado por El Mostrador Mercados, miércoles 26 de marzo de 2014
Quizás el cuadro se ha ido complicando a lo largo de los años porque no sólo es una institución que pertenece al Gobierno y que cuenta con el respaldo de la República de Chile, sino que debe llegar a los segmentos de más bajos ingresos, ser rentable y ceder un aparte relevante de sus utilidades a la Dirección de Presupuesto.
Eso en un contexto donde se limita la Tasa Máxima Convencional (TMC) con el objeto de proteger al consumidor desinformado. La TMC permitida para créditos de 0 a $ 1,1 millones caerá a un 48%, mientras que para los créditos de $1,1 millones a $4,6 millones disminuirá a 46%. Además, existirá una caída de 2 puntos cada tres meses, para completar una rebaja de 17 puntos en dos años, lo que implica un esfuerzo mayor en eficiencia y focalización.
La banca privada puede disminuir el esfuerzo por captar este tipo de clientes debido a que el negocio se hace menos rentable, pero una política de este tipo no está permitida para el BancoEstado que dice estar por debajo de la TMC en sus préstamos, pero está claro que a medida que avance el tiempo sus márgenes se le estrecharán.
Menos aún cuando está en la mira de los consumidores desde que fue acusado de prácticas abusivas, las cuales se generaron a partir de 2003 período en que la institución empezó a cobrar por mantención de cuentas de ahorro vista, gasto no considerado en un primer momento para los clientes, lo que redundó en que tuvo que llegar a acuerdo de conciliación con el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) y la Conadecus que le significa pagar $ 5.670 millones a más de 500 mil clientes. A diciembre se habían enterado 55 mil pagos y el cobro se extiende hasta el 1 de julio de 2018.
“Estos consumidores más empoderados que tienen derechos que antes no tenían, que son sensibles a cualquier medida que les parezca desproporcionada y que requieren de un gran esfuerzo porque se trata de créditos pequeños, es el cliente del que debe hacerse cargo el Banco Estado”, dice una ex autoridad de gobierno.
Pero al mismo tiempo, requiere urgentemente capitalizarse y eso se hace difícil cuando reparte un porcentaje relevante de las utilidades al Estado. Entre 2001 y 2013 el banco ha transferido al Fisco un promedio anual de US$ 214 millones, según su última Memoria.
“El banco está en un punto que ya no puede crecer más. Este año lo enfrenta con restricción de capital y eso ha significado que hemos definido un ajuste en los créditos de grandes empresas”, señalaba Segismundo Schulin-Zeuthen, presidente del BancoEstado durante el gobierno de Piñera, en una entrevista dada al Diario Financiero en febrero de 2014. Con la sinceridad del que se va, agregó que: “Vamos a seguir desarrollando los mercados en que otros no están y que el banco debe estar apoyando fuertemente, que son las Pymes. Pero se viene Basilea III y vamos a requerir más capital”.
De hecho, de acuerdo a estudios de la Superintendencia de Bancos realizado en el primer semestre del año pasado, el BancoEstado requeriría alrededor de US$ 500 millones de recursos frescos si quiere cumplir con las exigencias de capital de esta regulación internacional.
Mientras Basilea III no se implemente, el Banco Estado es uno de los que presenta un patrimonio efectivo respecto a activos ponderados por riesgo de crédito en torno a 11,25% a diciembre de 2013, situándose muy por debajo del sistema que promedia 13,32%. El Banco de Chile registra 13,05% y el Santander, 13,82%.
Quizás su cartera más complicada es la hipotecaria. Si bien realiza el mayor número de transacciones (55% a septiembre) y es el segundo en volumen (20% a la misma fecha), el 34% de su portafolio corresponde a subsidios habitacionales donde el gobierno le asegura la recuperación del 100% de los créditos otorgados.
Para darse una idea del rol social que cumple basta decir que el 99% de los créditos inferiores a UF400 los tiene en sus manos y el 61% de las colocaciones en el tramo que está entre UF400 y UF 1.000. Ya en los segmentos superiores, por ejemplo, entre UF 1.000 y UF 3.000 la entidad retiene el 22% de las colocaciones. El monto promedio de préstamo hipotecario era cercano a US$ 57.700.
Es en el segmento hipotecario donde el Banco Estado supera con creces las provisiones adicionales en relación al total de los préstamos respecto al sistema y eso significa que algún problema hay allí. Si la totalidad de los bancos registran provisiones adicionales por 0,79% al tercer trimestre, la entidad estatal anota 3,8%.
Los desafíos
Los desafíos de manejar un banco que tiene depósitos totales por US$ 32,4 mil millones, 1,5 millones de usuarios de internet, créditos hipotecarios por US$ 10,4 mil millones, 6,4 millones de cuentas rut y administrar cuentas de ahorro donde el 72% tiene un saldo de hasta $100.000, son mayores.
Uno de los más relevantes es contar con la plataforma tecnológica que permita disminuir el riesgo operacional, lo que implica no bajar la guardia en la inversión (este año se destinarían más de US$ 100 millones a ese fin). Sobretodo cuando ahorros importantes se pueden lograr si la mayor parte de los usuarios utilizan el banco por medios electrónicos.
El otro tema es la ya mencionada necesidad de capitalización con el objeto de que el banco logre índices más acordes a los estándares internacionales y una menor dependencia de los inversionistas institucionales en cuanto a sus captaciones de acuerdo a las directrices que está impulsando el Banco Central. Al tiempo que sigue penetrando en segmentos que los márgenes se hacen más estrechos.
Y por último, entre otros muchos, el mantener esa extraña relación de amor y odio con el Ministerio de Hacienda que es bastante similar a la que vive Codelco, en que se le impulsa a crecer, pero la caja se la lleva el Fisco.